1. Secreto entre amigas: no hay vuelta atrás


    Fecha: 27/01/2022, Categorías: Lesbianas Autor: DAMECANDELA, Fuente: CuentoRelatos

    ... que vi sus contorsiones y sentí sus espasmos en mi lengua. Mi amiga se acababa de venir en mi boca, y eso me excitó más que cualquier otra cosa que hubiera vivido antes.
    
    Maira quedó exhausta tirada en la cama y me acosté a su lado, todavía vestida.
    
    - Nunca creí que me pondrías a gozar así - dijo
    
    - Acabamos de arruinar 15 años de amistad?
    
    - Yo creo que sólo están mejorando… - dijo y comenzó a quitarme el vestido
    
    - Ah, veo que no hemos terminado.
    
    - Ni cerca
    
    Me desnudó y volvió a tocarme mientras se estiraba hasta el cajón de su mesa de luz. De allí trajo unas esposas de plástico, un vibrador, un dildo y un frasco de lubricante.
    
    Mis ojos se abrieron incrédulos, y ella rio.
    
    - Me voy a divertir contigo un rato antes de dormir, mi amiga
    
    Me indicó que me pusiera boca abajo en la cama, y yo obedecí. Ató mis muñecas con las esposas a los barrotes de su cama. Yo quedé con mi firme culo hacia arriba, a merced de mi amiga, y eso me ponía al cien.
    
    Ella comenzó devolviéndome la lamida en mi sexo mientras me masturbaba lentamente. Yo sentía su respiración en mi culo y eso aumentaba mi excitación. Luego de un rato, cuando yo sentía que estaba dejando un charco de fluidos en su cama, escuché que encendió el vibrador. Comenzó pasándolo por mi cuello, mi nuca, mis brazos estirados, mi espalda, el costado de mis pechos, mi cintura, hasta llegar a mis caderas y nalgas. Por cada lugar que ella pasaba yo sentía un escalofrío.
    
    - Levanta el culo - me dijo
    
    Yo ...
    ... hice caso y elevé mi culo, dejando el resto de mi cuerpo contra la cama. Maira empezó a estimularme con el vibrador, pasándolo por mi clítoris, jugando con la entrada de mi vagina. Yo sentía que no podía más. Hacía mucho que no me sentía tan caliente con nadie. Ella jugó un rato que me pareció eterno, buscando hacerme sufrir de desesperación.
    
    Yo estaba empapada y ella pasaba la lengua por mi sexo, como secándome los fluidos, pero logrando únicamente que me excitara más. Cuando no aguanté más su juego con el vibrador le dije:
    
    - Mételo. Por favor. Mételo.
    
    Ella lo acomodó en la entrada de mi vagina y lo dejó allí unos segundos, mientras yo enloquecía. Lo comenzó a meter muy lentamente. Yo me movía con la cara pegada a la sábana, gimiendo, gozando. Comenzó a penetrarme cada vez con más ritmo. Yo gemía pegada a la almohada, tratando de ahogar los gritos.
    
    Pensaba que el hermano de Maira estaría del otro lado escuchando, masturbándose pensando en su hermana teniendo sexo con su amiga, y eso me llevaba a las nubes.
    
    Maira me penetraba y yo gozaba más que con cualquier verga que hubiera conocido.
    
    - No pares, te lo ruego. No pares.
    
    Me penetró un rato más y cuando estaba cerca del orgasmo frenó.
    
    - Todavía no quiero que te vengas - me dijo
    
    Abrió el frasco de lubricante y tiró una buena cantidad entre mis nalgas, llenando mi ano de una buena cantidad de producto. Yo ya veía venir lo que iba a suceder. Me asustaba un poco, pero más me prendía.
    
    Empezó a acariciar ...