Secreto entre amigas: no hay vuelta atrás
Fecha: 27/01/2022,
Categorías:
Lesbianas
Autor: DAMECANDELA, Fuente: CuentoRelatos
... gemido que hizo que el taxista mirara por el espejo retrovisor pero no dijera nada.
Justo luego de eso, llegamos a destino. El taxista nos cobró y bajamos en la casa de Maira.
Al cerrar la puerta comenzamos a besarnos apasionadamente en el pasillo, nuestras lenguas se movían desesperadas, nuestras manos apretaban los pechos de la otra, habíamos desatado un monstruo que nunca hubiéramos imaginado. Y ahora sólo queríamos cogernos.
De repente escuchamos un ruido que provenía de la cocina, así que nos acomodamos un poco la ropa y entramos. Era Marta, la mamá de Maira, que se había despertado al escuchar la puerta.
- Hola, chicas. Cómo la pasaron?
- Muy bien, Marta. Aunque estamos bastante cansadas. - respondí
- Bailaron mucho, me imagino. - dijo riendo
- Si ma, nos vamos a acostar. - dijo mi amiga dándole un beso a su madre
Nos fuimos a la habitación de Maira, y al cerrar la puerta tomé a mi amiga y la tiré sobre la cama.
Justo sonó su celular. Era su novio, nuestro amigo, queriendo confirmar que habíamos llegado bien.
Ella atendió y mientras le respondía yo le quitaba el vestido y la besaba por el cuello, el pecho, sus hermosas tetas, succionando sus pezones… Ella hizo un esfuerzo por responderle serena a Bautista, y cortó la llamada.
Quité su vestido y lo tiré al piso, así como su ropa interior.
Comencé a tocarla suavemente con mis dedos, como ella había hecho conmigo un rato antes en el taxi. Estaba empapada, muy excitada. Lentamente comencé ...
... a meter un dedo, observando su expresión de disfrute. Luego metí otro y aceleré el ritmo. Escuchaba su respiración frenética, y alternaba metiendo y sacando mis dedos de su cuerpo, acariciando su clítoris, sus labios vaginales…
Me encantaba ver a mi amiga gozar así. Sentía una adrenalina por todo mi cuerpo, sabiendo que su familia estaba en la casa, sabiendo que nadie sospecharía jamás que podríamos estar haciendo lo que hacíamos, sabiendo que era la primera vez de ambas con una mujer, y que encima era mi amiga de toda la vida.
Mientras Maira disfrutaba, saqué mis dedos de su interior y mirándola a la cara los metí en mi boca. Los lamí limpiándolos de sus fluidos, y luego metí mi cara entre sus piernas y comencé a chupar todo su sexo. Ella empezó a gemir más fuerte, tratando de evitar ser escuchada. Nunca le había hecho sexo oral a una mujer, pero sabía bien lo que me gustaba que me hicieran, así que lo apliqué. Y evidentemente tuve bastante éxito.
Pasé la lengua lentamente, primero por sus labios, luego su entrada vaginal, su clítoris. Aumenté la intensidad, guiándome por sus gemidos y sus caras, insistiendo donde notaba que le gustaba, acompañando con mis dedos… Luego comencé a penetrarla con mi lengua, mientras estimulaba su clítoris. Estuve un rato oyendo su placer, sintiendo cómo mi entrepierna chorreaba, hasta que la oí hablar luego de un largo rato sin palabras:
- Me vas a hacer venir
Al escuchar esas palabras mágicas intensifiqué mis movimientos, hasta ...