Mi amiga Feli me llevó hasta él
Fecha: 22/03/2018,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: janpaul, Fuente: CuentoRelatos
... con mis labios su glande y pasaba la lengua por su frenillo que le hacía mover las caderas cada vez que lo rozaba con la lengua dando vueltas. Se le puso muy dura y comencé a masturbársela con mi boca, ya que él no se movía.
Descansé un momento y entonces se movió y se puso a follarme la boca, quería que me la metiera hasta el interior y ayudaba yo con mis manos detrás de su culo, por más que quise era imposible llegar a la glotis, pero lo suficiente para que llegara al fondo y sintiera que me estaba follando y comenzó a dejarme su manjar, el delicioso néctar que tanto me embriaga.
Tiré de él para que se arrodillara y lo besé para que gustara su propio sabor. No hizo ascos y nos pusimos a hacer sobre la alfombra y la ropa un 69. Él me comía mi polla dándome un gusto exquisito y yo preparando su culo por si me daba oportunidad. Sus manos querían cogerme todo el cuerpo y me manoseó del todo como un marica cualquiera en celo. Chupaba mi polla con algún dentellazo, pero me daba lo mismo. Yo le metí hasta tres dedos. Se quejaba, pero soportaba porque tardé en eyacular en su boca y se le escapó al suelo. Recogí como pude algo y me sirvió de lubricante para abrir bien su culo.
Metí la lengua en su ojete y gemía y suspiraba. Cerró su culo con un estremecimiento y quedó mi lengua aprisionada por un momento. Entonces supe que se dejaría follar. Me di la vuelta, me puse de rodillas detrás de su culo, atraje fuerte hacia mí cogiéndole con mis manos por las ingles y le puse mi ...
... pene en la puerta de su ojete, lo paseé por allí y por la raja tocando siempre su orto y ya supe que tenía ganas, lo introduje un poco y gimió, pero no se quejó, lo introduje poco a poco con dos escupitajos de mi saliva y entró media polla. Ma aquieté y me gritó
— ¡¡Métela ya, maricón!!
El grito me exasperó y ahí estaba yo cruzando el dintel de la iglesia recóndita. Lo atravesé y se escuchó un grito incomprensible. Me detuve, y le agité su cadera para que moviera un poco el culo. Después de esto inicié un mete y saca cada vez más intenso y rápido hasta que eyaculamos los dos a la vez. Nos tumbamos en el suelo yo encima de él. Al rato saqué mi polla de su culo y con su calzoncillo le limpié lo que iba saliendo. Lo vi que estaba exhausto y que no hacía nada por levantarse. Le cogí de los brazos y le dije:
— Ahora el beso de despedida, pero antes me dices cómo te llamas.
— Abel.
— Gracias, yo me llamo Javi.
— ¿Te vas a ir?, ¿no quieres entrar en mi casa y te duchas conmigo?
Acepté y por una puerta de ese despacho llegamos a un pasillo que daba a su casa. La ropa la llevaba yo en las manos, la suya y la mía, él iba delante, moviendo el culo muy graciosamente. En su casa hacía un poco de frío, dejé la ropa en una silla, porque me invitaba a entrar en el baño. Nos metimos juntos en la ducha. Yo solté allí mismo mi orina y él hizo lo mismo. Mientras nos echábamos gel uno al otro y manoseábamos para limpiar las supuestas zonas manchadas de semen, le dije:
— ...