TENERIFE: SOFIA
Fecha: 12/03/2018,
Categorías:
Sexo con Maduras
Masturbación
Anal
Autor: placerparatuyyo, Fuente: xHamster
... Sofía, que las tienes firmes y apretadas y así podré darte mejor la crema y el masaje en tu culo”.Sus manos a sus nalgas, bien apretaditas, bien separaditas y en el centro, su esfínter, tan cerrado como antes estaban sus nalgas, así que crema y a cerrarse un poco más, que estaba un poco fría, hasta empezar a pasar un dedo por su alrededor, a cosa de un centímetro, para ir describiendo pequeños círculos, cada vez más próximos, suaves, sin prisas, hasta llegar al borde de su exterior.Leve presión con el dedo para abrirlo un poco, un poco más de crema cerca del dedo pero no en directo, dedo que sale y desliza la crema con la yema hasta el centro ya un poco abierto, y presión para que entre. Masajito del esfínter en la zona interior, pero sólo adentrándome unos milímetros, para dilatarlo más aún y a repetir la operación de crema, para introducirla, ahora ya sí, hasta el nudillo y girarlo dentro para que se expanda. Bien abierto… más crema, y dedo a entrar y salir para presionar la crema hacia lo más hondo y de paso hacer que suspirase.Crema ahora sobre mi polla, de arriba abajo y de abajo arriba, bien embadurnada, como si fuera el aceite que se daba un gladiador y “creo que ya estamos los dos listos Sofía”, mientras me sentaba un poco atrás del borde de la cama.Sofía delante de mí, dándome la espalda, viéndome sonreír por el espejo y sonriendo ella también; mis manos sobre sus caderas, atrayéndola hacia mí e invitándole a ser penetrada, sus piernas abiertas de par en par; se ...
... echa hacia atrás, le sostengo por las caderas, apoya sus piernas en el borde de la cama, coge mi polla, apunta al epicentro de su culo mirándonos en el espejo y empieza a deslizarse.“Ohhhhhhh” dijo mientras su cuerpo se relajaba y se deslizaba por ella; no sé si por el relax, por un leve dolor, por el placer o porque le excitaba ver cómo lentamente se introducía hasta lo más hondo de ella, encerrándola con su esfínter como si fueran las esposas de un policía para retenerla y no dejarla salir.La imagen en el espejo era realmente bella: Sofía abierta de piernas, sonriendo, satisfecha no sólo de lo que estábamos haciendo, sino de poder verlo, con sus pezones erectos, su sexo abierto y, más debajo de su sexo, mi polla en su culo y casi hasta los huevos, mientras yo acariciaba su espalda, recorriendo cada vértebra.Se movió a su gusto: primero de modo suave, como deslizándose, mientras se apoyaba en las palmas de mis manos; luego más rápido, de modo que mientras ella subía y bajaba, veía cómo mis manos acariciaban sus pechos, como jugaban con sus pezones.Se apoyó en mis muslos, y entonces mis manos recorrieron su vientre, hasta llegar a su sexo húmedo y abierto.Su excitación iba en aumento; veía cómo mis manos acariciaban su sexo, cómo mi polla salía y entraba en su culo y decía “así, así, así…”, como haciendo fuerza, entrando y saliendo cada vez con más fuerza, resoplando como para recorrer los 100 últimos metros de una maratón.Masajeé con dos dedos su sexo primero y, al notar que ...