TENERIFE: SOFIA
Fecha: 12/03/2018,
Categorías:
Sexo con Maduras
Masturbación
Anal
Autor: placerparatuyyo, Fuente: xHamster
... ella, y mis manos fueron a sus pechos, abarcándolos por completo, masajeándolos mientras Sofía se movía arriba y abajo y de nuevo jadeos, de nuevo gemidos al sentir como me deslizaba dentro de su sexo.Estiré suavemente de sus pezones y exclamó: “joder, ¡qué bueno!”, a la par que aceleró sus movimientos. Bajé las palmas de mis manos por su cuerpo, hasta coger su cintura y, cada vez que subía, subirla un poco más y, cuando bajaba, bajarla de golpe, de modo seco, para que me sintiera en lo más hondo de sus entrañas.Al cabo de un par de minutos, los jadeos se convirtieron en gemidos, en sonidos de “ya falta poco”, anunciándome su orgasmo, de modo que pasé a acariciar su clítoris con mis dedos, mientras su cabalgar se convirtió en algo casi frenético, imposible de parar.Cerró sus ojos, abrió su boca y estalló en un orgasmo de éstos secos y mudos al principio, que terminan con un largo “me corrrrooooooooooo”.No había terminado de correrse que, sin salir de su coño, nos giramos y quedé yo encima de Sofía.Nada más bello que el rostro de una mujer mientras se corre, que ver su sexo totalmente abierto, sus contracciones, los jugos saliendo de su interior, de modo que salí de ella para verla en toda su plenitud de mujer, pasando mi polla entre los labios de su sexo, una y otra vez, para prolongar su orgasmo, mientras mis manos cogieron sus pantorrillas y le abrieron totalmente, para empezar a penetrarla un poco, sólo un poco, por no ser la posición más adecuada para tener ...
... profundidad.Abrió sus ojos y puso cara de súplica, como diciendo: así no, por favor, quiero sentirla toda adentro, de modo que me tumbé, apoyado en mis codos y Sofía levantó sus piernas, rodeando con ellas mi cintura.Un movimiento seco de cadera, y mi polla entró hasta el fondo, hasta que mis huevos chocaron con sus nalgas; al sentirla tan adentro dijo: “así, sigue así”, y aunque no hacía falta animarme mucho, seguí con golpes duros, secos, alternados con movimientos menos secos, rápidos, como si fueran de taladradora, urgentes, y luego golpes secos.Su respiración era profunda, intensa, al igual que la mía: “joder Sofía, ya queda poco para que te llene de leche hasta las entrañas”; bajó sus piernas, mientras yo seguía taladrándola y con mis golpes secos, empezó a acariciarse el clítoris como si le fuese la vida en ello mientras decía: “espera un poco, que yo también voy a correrme otra vez”.Intenté controlarme y aguantar lo máximo posible; respiré profunda y lentamente, pero cada vez que entraba y salía, los dedos de Sofía no sólo masajeaban su clítoris, sino también mi polla, así que al ver que me llegaba exclame: “¡me corro Sofía, que me corro!”, y estallé de tal manera que le llené de leche por dentro.Entre mis palabras, sus caricias, y que como pude seguí entrando y saliendo poniendo todo mi empeño en ello, al cabo de un par de minutos dijo Sofía: “lo noto, me viene, me está llegando, me corro”; salí de dentro de ella y pude ver cómo sus contracciones expulsaban no sólo su humedad, ...