Mi alumna me seduce y se roba a mi familia - Relatos Eróticos

Mi alumna me seduce y se roba a mi familia

... convencieran más, invité a Teresa a cenar a casa.
Teresa recibió la noticia sin entusiasmo, pero dispuesta a seguirnos viendo aceptó. Llegó a mi casa con un bonito y sencillo vestido negro, saludó con timidez a Richard y Philipe y nos dispusimos a cenar. 
En la cena, Teresa estuvo más risueña, algo coqueta con los dos hombres y a mí me dedicó unas miradas que me hicieron recordar de inmediato nuestros besos en su departamento.
Teresa lograba hacer sentir especial a todos. A Philipe le preguntaba por su carrera y varias veces le sonrió. A mí marido, hasta se ofreció a servirle vino. Él lo derramó sin querer en el escote de Teresa. Los senos de la muchacha se llenaron de vino y el vestido se pegó más a ella, dejando traslucir que no traía brasier. Ella restó importancia al incidente, pero noté como Richard disimuladamente miraba a Teresa y su escote. 
 A pesar del incidente, al finalizar la cena  todos estábamos felices y yo me moría de ganas de estar a solas con Teresa y quitarle el vestido negro. 
Era tarde cuando Teresa decidió irse, en un momento, frente a la puerta, ella y yo nos quedamos solas, mientras Richard iba al baño y Philipe iba a buscar algo a su recámara, antes de ir a dejar a Teresa a su departamento, como se había ofrecido por la hora, en esos segundos la tentación fue mayúscula. Tenía a Teresa tan cerca, podría llevarla a mi recámara, esa misma en la que mi esposo y yo ...

... hacia años que nos tocabamos. Quería hacer gemir a Teresa para que sus gemidos se quedarán impregnados en mi casa. Hacerla mia como cada dia en el departamento. Ella lo notó, se acercó a mí y dijo en mi oido –hoy está muy guapa, profesora Reuget. Tiene usted una hermosa familia. 
Y después, con rapidez acarició mi coño que escurría. Lo repasó suavemente y después se llevó los dedos a la boca. Los lamió y dijo "mmm que exquisita cena". Yo no pude más. La besé en la boca. Teresa se rió en mis labios, me retiró con suavidad y negó con la cabeza "aquí no, profesora".
Después de eso, llegó Philipe, se despidieron los dos de mí y se fueron al departamento de mi estudiante. 
Yo corrí a buscar a Richard, para preguntarle qué opinaba de Teresa y porque ya se estaba tardando algo en el baño. Puse mi oreja en puerta del baño para ver si estaba todo bien, percibí su respiración entrecortada y descubrí que se estaba masturbándo, cuando se corrió escuché bajito como dijo "oh sí, Teresa".
Me fui nuestra habitación, esa misma en la que había pensado cogerme a Teresa. Me asomé por la ventana y vi a Philipe besando a Teresa, ni siquiera se habían subido al automóvil, tenía apoyada a Teresa sobre él y acariciaba sus piernas con suavidad.
Ese fue el principio de cómo mi estudiante me robó a mi familia. El resto se los contaré después.

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