Mi alumna me seduce y se roba a mi familia - Relatos Eróticos

Mi alumna me seduce y se roba a mi familia

... camino en silencio. Al llegar, Teresa me miró con genuino arrepentimiento y se disculpó por la escena en mi cubiculo, el recuerdo del beso me hizo estremecer, pero acepté la disculpa. Ella sonrió con una nueva timidez y me invitó a pasar. Yo no tenía ganas de aceptar, pero estaba lloviendo muy fuerte y mi esposo me había prohibido manejar bajo la lluvia porque mi vista desde hace varios años no era tan buena, así que decidí subir al departamento de Teresa y esperar a que pasara la lluvia. 
Teresa demostró ser una buena anfitriona. Me mostró su pequeño departamento y rápidamente me ayudó a secarme y después me ofreció un poco de vino. Platicamos un poco, pero de pronto me sentí cansada, ella me ofreció su cama para que reposara y no me fuera a resfriar, mis piernas no reaccionaban, pero la muchacha me ayudó a ponerme de pie, me llevó a su cama. Me acosté, mis párpados se sentían pesados, pero antes de cerrarlos noté el peso de Teresa sobre mi, volvió a besarme y dijo "te dije que serias mía".

***
Desperté en la oscuridad. No había nadie en el diminuto departamento. Mi ropa estaba doblada con esmero a los pies de la cama y entonces fue que noté que estaba desnuda. La cabeza me daba vueltas, era como una horrible resaca. Me vestí, consulté la hora como pude en la escasa luz y me fui a mi casa, pensando en que quizá, la imagen de Teresa era parte de un sueño motivado por el cansancio. 

En la universidad, las cosas siguieron tranquilas. Teresa nunca mencionó el incidente ...

... y por el contrario, la notaba esquiva. Eso me dió tranquilidad por un par de días, hasta que entré después de dar una clase a mi cubículo y encontré un sobre amarillo. 
Lo abrí con sorpresa y encontré una fotografía mía totalmente desnuda y Teresa besado mis tetas con gran placer. La imagen podría ser editada, pero no, esa era yo, mis tetas recordaron los besos de la estudiante en medio del sueño del que había sido víctima. La foto tenía escrito detrás "hay más fotos. Ven a buscarlas. Sabes dónde están".

Jamás me imaginé que sería víctima de un chantaje, supuse que Teresa me haría darle dinero y me preparé para negociar con ella. Por la tarde fui a su departamento. La muchacha me recibió en bata de dormir y con una sonrisa triunfado en los labios.
–Hola profesora Reuget, ¿Qué la trae por aquí? 
Yo entré, ella cerró la puerta y simplemente dije.
–Vine por mis… fotos.
–¿Cuáles fotos?
–Las fotos en que estoy d-desnuda.
Teresa se rió. 
–Ah, esas fotos.
Fue a uno de sus muebles y me dió otra fotografía. En esta yo estaba acostada en la cama, desnuda, con los brazos estirados hacia arriba y Teresa sobre mi frotando su coño en el mío. Me la extendió y sonrió de nuevo.
–Tengo otras cinco más.
–Dámelas.
–Ah, ah, ah, así no se piden las cosas…
–¿Qué quieres Teresa? ¿Quieres dinero?
–¿Dinero? No, no necesito dinero. Quiero otra cosa. Te lo dije en tu oficina.
–¡Basta de juegos, Teresa!–grité desesperada–¿Qué quieres?
–Te quiero a ti.
Teresa se quitó su bata y dejó al ...