Mi alumna me seduce y se roba a mi familia
Fecha: 12/09/2021,
Categorías:
Lesbianas
Tus Relatos
Autor: Tu_nicolette, Fuente: drugsounds.ru-X
Hola, mi nombre es Constance Reuget, tengo 53 años y soy profesora en una universidad francesa. La historia de cómo mi mejor alumna me sedujo y se robó a mi familia inicia con la llegada de Teresa, una estudiante de intercambio mexicana que desde el primer momento que la vi sentí algo extraño en ella, quizá fuera la sensualidad que expedia lo que me llamó la atención, era hermosa, cabello largo y castaño, ojos aceitunados, piel la ligeramente bronceada por el sol y un cuerpo divino y curvilíneo. Además, era brillante. En mis clases siempre contestaba, con un francés un poco deslucido, respuestas inteligentes.
Todo eso hizo que se ganara mi simpatía, pero también que me perturbada su cercanía.
Después de varias semanas, me topé con una escena un tanto violenta en el pasillo de la universidad. Un joven, bastante atractivo, insistía a Teresa para que salieran después de clases, pero ella se negaba. El chico, desesperado ante la negativa jaló con fuerza a Teresa del brazo, yo llegué a evitar que continuara lastimandola. Pedí al chico que se calmada y se fuera y yo me llevé a la hermosa joven a mi cubilo.
Ahí, noté que la muñeca de Teresa estaba roja por la fuerza del hombre, pero ella estaba tranquila. Le pregunté si todo iba bien, ella me sonrió y dijo que más o menos, porque varios chicos la molestaban constantemente para que saliera con ellos. "Pero yo tengo otros planes", dijo Teresa mirándome coqueta.
–Me alegra que tengas claras tus prioridades–le dije.
–Sí, yo ...
... sé lo que deseo–expresó la joven, mientras se acercaba a mí. Su cercanía se sentía peligrosa, pero a la vez no me molestaba. Ella deslizó su mano por mi pierna, subiendo ligeramente mi falda negra larga, después se acercó a mi oído y dijo–La deseo a usted.
El peligro se fue y algo dentro de mí se encendió. Teresa lo notó y me besó lento y despacio en la boca, fue apenas un roce pero para mí fue suficiente: ahora le pertenecía...
Sin embargo la detuve. Eso no estaba bien, la universidad era muy clara respecto a que los profesores tuviésemos relaciones sentimentales con nuestros alumnos y además, yo estaba casada y tenía un hijo, no podía hacer eso. Hice a un lado a Teresa y le pedí que se fuera. Ella aceptó su rechistar y salió del cubilo.
***
Los siguientes días intenté evitar a Teresa, pero ella no intentó ningún otro acercamiento. Tampoco ví que ningún otro chico la molestara, así que todo volvía a la normalidad. Seguía siendo una profesora honesta y dedicada, una mujer de 53 años de buen ver, rubia, delgada, elegante y eso bastaba.
Sin embargo, Teresa tenía claro su deseo y el destino la ayudó a conseguirlo. Unas semanas después de nuestro beso estaba lloviendo con fuerza, yo iba en mi automóvil y vi como la muchacha intentaba cubrirse de la lluvia sin éxito. Aunque me había prometido evitar todo contacto con mi estudiante, hubiera sido inhumano dejarla ahí, así que me acerqué y le dije que la llevaría a casa.
Teresa se subió al auto y no dijo nada. Hicimos el ...