1. Mi hermana Julia - 4 -


    Fecha: 26/01/2018, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... -dijo con cierta guasa-. Hicimos el corto recorrido prácticamente en un silencio opresivo, solo roto por las preguntas de papá sobre cómo lo habíamos pasado y nuestras más que escuetas respuestas. Dejamos a Mónica en su casa y, a las tres de la mañana, después de una buena ducha, tanto Julia como yo estábamos en nuestras habitaciones durmiendo como unos angelitos. Bueno; durmiendo precisamente, no; yo al menos. Revivía todo lo que me había ocurrido durante aquel largo sábado. En la cama, no dejaba de pensar en el episodio de la mañana -mi paja, con Julia de espectadora-, y luego, por la noche, en la clase de anatomía femenina que me impartió Mónica en la playa. Aquel día fue sin duda, mi paso del Ecuador; el que marcó un antes y después en la relación con mi hermana Julia. Después de aquellos acontecimientos todo estaría un poco más permitido entre nosotros. Ya no habría prejuicios tontos como en anteriores ocasiones; no habría necesidad de más discursitos. Todo iría sobre ruedas. Al menos, eso era lo que pensaba yo. El miércoles, acabando ya Junio nos dieron las vacaciones. EL CURSO HA TERMINADO; VIVA. Nuestras notas habían sido aceptables: mejores las de Julia -como casi siempre- pero yo conseguí pasar “limpio” y Julia se dispuso a buscar la mejor forma de preparar su ataque a la Universidad. Nuestros padres seguían en la empresa: eso era básico, pero nosotros tendríamos más tiempo libre que hasta entonces. Eso podía ser muy bueno para mis intenciones. Yo intuía que ...
    ... Julia ya había arriado la bandera de tanta intransigencia. Desconocía hasta dónde estaría dispuesta a llegar en esta nueva etapa de nuestra relación, pero intuía que, a estas alturas, Julia ya estaba suficientemente comprometida con nuestros juegos sexuales como para que deseara tanto como yo, por un lado: que se repitieran y; por otro: que jamás nuestros padres se enterasen de nada de todo aquello. Lo peor, lo más difícil, ya estaba hecho: si había conseguido que Julia estuviese presente mientras yo me hacía una paja, podría conseguir cualquier otra cosa. De lo que se trataba ahora era de seguir siendo sutil y astuto para obtener de ella un poco más de colaboración, pero el objetivo final de llegar hasta el cuerpo desnudo de mi hermana ya no estaba tan lejos: lo podía sentir… lo presentía… la reacción de Julia aquel sábado en el baño me lo indicaba claramente. Julia disfrutó de lo lindo de la visión de aquella masturbación mía. Quizá no se sentía todavía preparada, o aún no quería demostrármelo: Julia podría pensar que aún era demasiado pronto para ir más lejos, pero todo llegaría. Era cuestión de que tuviera un poco más de paciencia. El resto de la semana pasó sin más novedad y el domingo transcurrió sin pena ni gloria. Con nuestros padres en casa, no tuvimos otro remedio que dejar nuestros jueguecitos en standby. No fue hasta el lunes cuando pudimos cambiar impresiones sobre los sucesos del sábado y la noche de San Juan. Había pasado una semana y creí que era el momento de ...
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