descubriendo a mami azucena
Fecha: 25/05/2021,
Categorías:
Incesto
Tus Relatos
Autor: Leonela V, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... de mi vida. De repente, sentí la boca de mamá sobre mi conchita. No lo podía creer, desde ese momento me convertiría por el resto de mi vida en una adicta al sexo anal, y exclusivamente para mi mamá. Fue alucinante. Su lengua jugaba con mi clítoris al tiempo que el consolador de 30 cm. por 6 cm. se me clavaba en el fondo de mi culo y yo explotaba de placer..Yo sentía como se estiraba mi pequeño orificio, Empecé a gritar, enloquecida, delirando, sintiendo cómo se me venía encima un orgasmo espectacular que sacudió todo mi cuerpo. Quedé mareada de cómo acabé. Realmente fue un orgasmo inolvidable, mientras yo explotaba Azucena me preguntaba -¿Te gusta?-., a lo que yo le respondí: -Me encanta… Me volvés loca….Méteme todo el consolador… anda cójete el culo de tu hija, hazme acabar, No doy más aaaaaaaaaaaasssssssiiiiii, aaaaaaaaaaaaaggggggghhhhh aaaaaaaaasssss que riiiiiicoooooo Azucena me estas haciendo acabar, dame duro perra, destroza ese culo de la putica de tu hija. Ella me dio durísimo hasta que senti como acabó auyando como una gata en celo.
Así vivimos juntas desde aquella noche de mi cumple de 15, el 19 de junio de 2003, que nos convertimos en novias, amantes y ...
... esposas hasta el día de hoy, felices hasta que sólamente la muerte nos separe, aunque prometimos siempre tratarnos de madre e hija ya que encendía el morbo a las dos, guardando el secreto frente a el cabron de mi padre Carlos Luis, de nuestros amigos y familia, y nos despierta más morbo mantenerlo oculto.
En este momento estamos las dos desnudas y escribiendo este relato, nuestros cuerpos están sintiendo escalofríos y nuestros sexos están mojándose al estar reviviendo nuestra primera vez juntas, así que ya estamos preparadas para volver a hacernos el amor una y mil veces, acariciar nuestras pieles aterciopeladas, besarnos nuestras bocas y nuestros cuerpos excitados, meternos nuestros dedos, lenguas y consoladores en nuestras conchas jugosas y calientes y en nuestros culos, para después dormirnos abrazadas y desnudas en la cama de mi mamá, ahora nuestra cama matrimonial, como todas las noches de nuestras vidas como lo hacemos hace casi 14 años, cuando papá anda trabajando y pasamos la noche solas en casa. Besos únicamente para todas las chicas. esperemos que se mojen y se masturben pensando en nosotras y gracias por leernos.
Leonela Vargas y Azucena Duarte…, madre e hija.