descubriendo a mami azucena - Relatos Eróticos

descubriendo a mami azucena

... sábado para hacernos muchas veces el amor. Y nos dormimos abrazadas, piel con piel, tal como lo soñé toda mi vida.
Desperté, mire el reloj, las 11 de la mañana, estaba desnuda a mi lado mi madre Azucena que yacía hermosa como una princesa de cuento de hadas, no podía creer, ella era ahora mi mujer y para el resto de nuestras vidas, quería que se repitiera todos los días lo que vivimos y quería complacerla en todo, le toque su sedoso cabello y su rostro. Ella abrió los ojos y me sonrió, me preguntó cómo me sentía, le contesté que de maravilla. Nos quedamos dormidas como hasta las 3 de la tarde, y cuando volvimos a despertarnos, nos besábamos apasionadamente y nos bañamos las dos juntas. 
Ese fin de semana me deleite con ella besándonos todo el cuerpo, le bese su rico culote y en lo profundo de su ano, y al salir de la ducha ella me dijo que había guardado una virginidad para mi, y yo le pregunté cuál. Ella me dijo: -Te guardé mi culo, princesita, para que me lo rompas cómo y cuándo quieras. Quiero que me cojas bien cogia por el culo, que me lo mames bien mamao y lo zadiques con tus deditos y me metas el consolador más grande, no te importe si grito, domíname y jódeme si es preciso, no te pares, quiero que seas mi zádica y yo tu puta, tu perrita en celo, tu esclava y tu juguetico sexual, anda cójete ese rico culito que es todo tuyo Jennifer Leonela. Yo me excité, así que comencé a besarla, le mamé la lengua, las tetas y fui bajando lentamente por su cuello mientras le ...

... susurraba en el oido cuanto la deseaba, mis manos recorrian su mojado y ardinte entrepiernas y uno de mis dedos fue a parar a su estrecho agujerito ubicado en el centro de aquel tremendo culazo que Azucena Duarte, mi madre posee, que enloquece a los machos morbosos en la calle, meti la puntica de mi dedo y ella gimió de placer y me dijo: -uuuuuuuuuuyyyyyyyy que riiiiiiiicoooooooo negra, metelo todo, sin mas la tire en la cama,  la puse en cuatro patas y comencé a besar su culo llenándolo de saliva e introduciendo mis dedos, luego me masturbé, y con mis fluídos, mi saliva y la suya se lo lubriqué y se lo repartí bien en la profundidad de su culo, masajeándolo por completo, llevándola a un orgasmo con mis besos y lengua.
Luego, ella me dijo: para hija, ya es el momento de que me partas el culo con el consolador. Ella misma me lo colocó, cuidando de que quedara bien ajustado, introdujo en mi cuca la parte que va dentro; luego lo pajeó, se colocó en cunclillas y comenzo a lamerlo, lo escupia y trataba de atragantarse; pero solo logro introducir en su pequeña boquita la cabeza del enorme máztil, por más que trató no pudo tragarse toda la verga de plástico duro de 30 cm. de largo por 6 cm. de diámetro. Luego de lubricar con su saliba el consolador, se colocó en cuatro patas, y con su mano guió la tranca a su estrecho orificio y me dijo: - te suplico que me cojas por el culo Leonela, no aguanto las ganas de sentir dentro de mi estrecho ano una enorme verga,  yo loca de exitación y viendo ...