descubriendo a mami azucena - Relatos Eróticos

descubriendo a mami azucena

... la decisión de mi madre, apunté directo a su culo y comencé adentrarlo, ella mordía la almohada mientras gemía de dolor, finalmente lo introduje a una profundidad media y comencé a moverme, la lujuria y el morbo me provocaban que no escuchara los gemidos de dolor de mi madre, sino que tomara más y más fuerza para tratar de romper aquel estrecho agujerito que Azucena había guardado para que yo fuera quien profanara por vez primera ese lugar entre sus nalgones. Comencé empujando suavemente pero con fuerza la enorme cabeza, mientras mi madre me animaba y a la vez guemia de dolor, seguí intentando meter ese enorme guevo pero me era imposible, hasta que presa de una profunda exitación aprete la embestida y se oyo un desgarrador grito de mi madre y un chasquido seco, como si algo se hubiera resquebrajado, sentí como la cabeza entraba un poquito dentro del intestino de Azucena, mientras ella ahoga su dolor mordiendo la almohada, sus piernas le temblaban , sus ojos parecian querer salir de sus orbitas, y su cuerpo se cubrió de sudor, creo que se desmayó mientras yo introducia la mitad del mounstro, comencé un baiben de caderas lento y lo fui haciendo cada vez más rápido mientras la penetración se completaba y Azucena iba recuperando su aliento, sentí como el dolor iba dando paso a una profunda exitación y ella me pedia que le diera más y más duro; así lo hice, hasta hacerla acabar y yo venirme con sensaciones increíbles. Me desplomé en la cama bañada de sudor, con mis piernas ...

... vibrando, gemía, y mi madre me besó lentamente abrazándome. Pero ahora yo quería que me hiciera lo mismo, que me rompiera el culo. Entonces mi mamá se arrodilló entre mis piernas y comenzó a acariciar la parte interna de mis muslos. Yo temblaba con cada roce de sus suaves manos. Tomó el consolador y me lo empezó a pasar de arriba hacia abajo por mis labios vaginales, introduciendo apenas la punta dentro de mí, en el momento en que lo encendió. Pude sentir el vibrante cosquilleo por toda mi conchita, que seguía derramando jugos. Despacio subió el vibrador hasta que su punta se encontraba justo sobre mi clítoris lo que me volvía loca de placer. Ahí sentí como me introducía dos dedos dentro y acariciaba mis paredes vaginales. Después deslizó un dedo hasta la entrada de mi diminuto y virginal culito y lo masajeó con movimientos circulares que lo hicieron dilatar, Mamá, mientras se masturbaba me llenaba el culito con sus fluídos y su saliva, y me empezó a masajear con el consolador, la experta de mi madre comenzo a mamarme el culito y a llenarlo de su saliba mientras introducia más dedos en mi ano hasta que logró una dilatación completa, sacó los dedos y empujó el consolador que rompió mi esfinter anal haciendome lanzar un grito desgarrador mientras aquel falo invadía mi estrecho canal. Lo introdujo lentamente dentro de mí Al principio me dolió bastante, realmente me ardía cada vez que entraba y salía, pero de a poco esa sensación dio paso a otra mucho más placentera, la más placentera ...