1. El enfermero y el policía


    Fecha: 20/05/2021, Categorías: Gays Tus Relatos Autor: Chupapichas, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... abandonó mi cuerpo, en ese momento, él, devoraba mi espalda a mordiscos, y seguía con un bombardeo de caderas apenas aguantable, sentía mis piernas acalambrarse, me  dolía el esfinter por la falta de lubricante, pero el policía estaba tan excitado, no paraba de bombear duro, diciendo obscenidades, que yo no podía pedirle que se detuviera, además el dolor empezaba a gustarme, en un éxtasis total, mi cuerpo a punto de colapsar y  pedir descanso pero el policía parecía poseído.
    - Mae, que rico, como aguanta, me estoy volviendo loco, no quiero regarme, quiero seguir metiéndosela toda la noche, que rico como aprieta, yo no sabía que rico es esto, es mejor que cualquier puta, ninguna puta de las que me he culiado aguantan como usted, no se si es el guaro, pero esto me encanta y no quiero parar.
    Escuchar al policía tan caliente, hizo que me volviera a poseer el espíritu de las 35 putas mamonas otra vez y no se como,  empecé a acompañar sus envestidas con movimientos de cadera, lo que lo volvió loco.
    - Así que le está gustando, que rico mae, me vuelve loco,  mientras su cadera seguía bombeando.
    Aquello era el paroxismo, nunca había sentido tanto dolor y placer el mismo tiempo, sabía que mi pobre ano estaba destruido, lo sentía, podía sentir los desgarres que ya escocían con el sudor, no sabía cuanto tiempo podría aguantar, entre jadeos y gemidos le pedí parar porque sentía que me iba a orinar.
    - Mae, suave un toque que me orino.
    - Méese, por que yo ahorita no lo suelto ...
    ... papi, además quiero sentir que lo hice mearse.
    Sentí un golpe en el orgullo, pero el deseo de orinar era superior, no tuve tiempo de pensar.
    - Mae no aguanto, ayyy, ayyy ayyy.
    No quería orinarme pero fue inevitable, comencé a disparar semen y orines, mi cuerpo empezó a convulsionar, me tiraba hacia atrás para sentir aquel pene hasta adentro, brincando al ritmo del policía, mientras eyaculaba.
    - Ayy, ayyy, mae que esto, ay no aguanto, ayyyy, pare, no, mejor siga, ayyy, siga más duro.
    Mis contracciones anales me hacían llorar, mientras gritaba, pujaba y jalaba aire hasta por las orejas, aquel orgasmo no tenía fin.
    - Mae, que bruto más caballo me va quebrar la picha, me decía el policía, pero no pare que me riego.
    Sentí como se engrosaba su picha comenzó a eyacular a chorro parado.
    -Jueputa cosa más rica mae, es increíble, no aguanto, gritaba mientras daba las últimas metidas.
    Inevitable fue la caída que nos dimos, pues mis piernas no aguantaron y el no quiso sostenerse, me echo todo su peso encima, caímos al piso del baño y el no me soltaba.
    - No se levante, quédese así conmigo, me decía, no se que acaba de pasar, pero ha sido lo mejor que me ha pasado, nunca había echado un polvo tan bueno, no puedo ni respirar, estoy muerto, cansado, pero la sensación de felicidad que acabo de sentir ha sido única.
     Yo no podía hablar, nunca un hombre me había elogiado tanto ni dicho tantas cosas bonitas, yo sabía de sexo sin sentimientos, y estaba confundido, pero no podía evitar ...