La sirvienta que me amó (doble infidelidad) - Relatos Eróticos

La sirvienta que me amó (doble infidelidad)

Hola soy Cesar, 40 años, casado, 1.85 mt, complexión fuerte, hago gym.  Quiero compartir con ustedes este relato que me sucedió antes de la pandemia.  Debo indicar que soy un hombre muy caliente, he tenido otras mujeres, pero nunca han sido relaciones serias, solo sexo.

Una noche antes de dormir, mi esposa me comentó que mañana vendría una nueva sirvienta, recomendada por su mejor amiga.  Ese día fui a trabajar normalmente y cuando regresé por la tarde, mi esposa me estaba esperando para presentarme a quien ocuparía el puesto de doméstica en la casa.  Era una mujer alta, por allí de 1.68 mt, morena algo prieta, ojos negros, cabello largo negro, vestía un pantalón de mezclilla, cuando la pude ver por detras, tenía un lindo trasero en forma de corazón, no tan amplio, pero bien apretadito.  Una de las recomendaciones que le dio mi esposa, era que debía traer vestido y no pantalón.

En ese preciso primer día de Luisa, que asi la llamaré en este relato.  Salí como a las 7:00 pm, iba ir con un amigo, por un asunto más de negocios, de repente vi en la parada de bus a Luisa, cargaba una caja y una maleta.  Me detuve y le pregunté a donde iba, ella me dijo que no conocía muy bien la ciudad y que al preguntar le dijeron que tomara cierto bus.  Le dije que se subiera que la llevaría, Luisa se subió, le pedí la dirección, no parecía ser muy lejos, arranqué y nos encaminamos hacia allí.  

Al llegar, era una casita muy humilde, al parecer era de una prima, que no la habitaba por el ...

... momento.  Le ayudé a bajar cosas, entramos me di cuenta que tenía tiempo de estar deshabitada.  Ella colocó sus cosas, le pregunté si tenía alimentos, ella me dijo que le había dado tiempo, entonces le dije que fueramos a un supermercado a traer cosas que la llevaría, ella me dijo que no tenía mucho dinero, que con la comida que hacía en mi casa la pasaría unos días.  Entonces le dije, -no se hable más, subete al auto yo te llevo y yo te lo pagaré-,  la llevé y le compre, agua, huevos, pan, leche, cereal, entre otras cosas, para que pudiera pasarla mientras recibía su primer pago, no pude dejar de observar su perfecto culo compacto que tenía, además se notaba que tenía bonitas piernas torneadas.  Charlamos de su vida, me contó que tenía diez años de casada, tenía 32 años en ese momento, dos niños, increíble que se mantuviera con su físico tan intacto.  Me comento que su marido tenía un empleo en la capital, que está a unas cinco horas de allí, pero que ella pensaba que tenía ya otra mujer allá, porque hacía dos meses que no le enviaba dinero y que no la llamaba.  

Llegamos de nuevo a su casita con las provisiones.  Ella me agradeció, me dijo que nomás recibiera su primer sueldo, me devolvería lo que había gastado, yo le dije que se lo obsequiaba, para que pudiera iniciar bien su nuevo trabajo.  Solo le pedí que no comentara esto con mi esposa.  Me regresé a la casa.

Pasaron las semanas y yo tenía mucha comunicación con Luisa.  En ocasiones, cuando podía yo la llevaba a ...