Malena y el vendedor
Fecha: 05/01/2018,
Categorías:
Fantasías Eróticas
Autor: relator23, Fuente: CuentoRelatos
... imperiosamente para meterse entre ellos. Me recorre un leve escalofrío. Mis sentidos desbocados solo perciben la realidad de esa barra entre mis manos suaves, la beso con la lengua y comienzo a chuparla con cuidado para no molestarla con los dientes. La masturbo suavemente entre mi paladar y mi lengua. Su agrio sabor se disuelve en mi boca, por mi garganta abrazada sus líquidos pre seminales descienden.
Mi concentración es tal que no siento que está llegando a su culminación, las bocanadas de semen me sorprenden y las primeras bañaron mis amígdalas indefensas. Sus espasmódicos empujones casi me asfixian atorando su miembro en mi garganta. Es mi barra de carne rindiéndome homenaje. Estoy ebria de sexo y de licor. Exprimo todo lo que puedo y con una sonrisita de mosquita muerta le pregunto al finalizar la faena: -¿Te gustó?
Mientras se recupera, comienza a explorar mi cuerpo resentido por la angustia del placer estancado. Besa, mordisquea, lame cada línea, cada arruga, como decía Camilo, yo ya estaba a punto de caramelo y cuando su lengua, apenas, asoma en mi grieta, no aguanto más y le doy mi primer orgasmo en sus labios, yo misma estrujo mis senos agobiados por la tensión de los pezones como rocas de manantial.
Su recuperación es rápida y contundente, se ve que mi cuerpo enfurecido y mis palabras ricas en la descripción de las sensaciones que lo recorren soliviantan sus ganas. Me alegró sobremanera cuando me dice, sin apenas permitirme reponerme de mi erupción, que ...
... me acueste y me abra un poquito. No respondo nada, solo obedezco su orden.
Abro mis opulentos muslos y pongo a su orden mi esplendida vulva de labios gruesos y sonrosados, cuya entrada -babeada a causa de sus homenajes- le ofrece el espectáculo de lo que tanto había deseado poseer durante toda la noche.
Concentro todo mi ánimo en sensibilizar al máximo mi capacidad de captar el mínimo deleite en el fenómeno natural que en mi cuevita se va a realizar, cierro los ojos para concentrarme mejor y espero.
Un torrente de carne gruesa, apetitosa y dura se abalanza dentro de mis entrañas lentamente pero sin detenerse. Los labios menores no solo no oponen resistencia, sino que se tragan sin dificultad cada trozo, reportando con sus nervios sensibilizados la dilatación de sus fibras y su avance glorioso. Poco a poco siento llenándome de carne ajena que entra y entra sin parar.
Él, está arrodillado en el suelo a la orilla de la cama, yo, estoy indefensa con mis nalgas a la altura de su cintura y mis piernas colocadas sobre su cintura, abierta a su albedrio.
Ya estoy totalmente empalada y expreso con todo el frenesí que es capaz mi voz entrecortada y rota por el placer, todas las expresiones que se me ocurren incitándolo a violarme con ahínco, sin cuartel y sin piedad.
Estoy totalmente entregada al frenesí del placer máximo. Ahora mis piernas abrazan su cintura con un lazo que nos funde en movimiento y pasión, lo sigo animando a que me dé por allí… por allí me gusta…. Por ...