En el hotel con Laila
Fecha: 19/11/2017,
Categorías:
Lesbianas
Autor: Amanda747, Fuente: CuentoRelatos
Tardó una semana para que volviera a saber de Laila. Pensé que ya todo habría quedado allí pero no, esa tarde sonó mi celular y mi corazón dio un vuelco cuando en la pantalla apareció el nombre de ‘Laila’.
—Hola pequeña, ¿cómo has estado?
—Hola Laila, —dije con alegría— pensé te habías olvidado de mí —me encontré diciéndole coquetamente.
—¿Olvidarme de ti después de lo que pasó en esa caseta? Para nada, he pensado cada día en ti, bueno, no cada día, pero sí cada noche, lo que pasa es que soy madre de un crío y tengo responsabilidades que atender. Sólo dime una cosa pequeña, después de lo que pasó ni te lo pregunté, pero quiero saber si eres mayor de edad.
—Lo soy, cumplí 18 en agosto, no tienes de qué preocuparte.
—Perfecto nena —me dijo con voz cachonda— Entonces sí te puedo pervertir.
—Me pervertiste antes de saberme mayor de edad.
—Cierto, las cosas se dieron. No quise mandarte a casa sin quitarte esa calentura, pero tuvimos que cortarlo ahí o si no alguien nos habría descubierto y todavía ni siquiera sabía si eras mayor o menor de edad.
—No tienes de qué preocuparte, ya me pagarás la siguiente vez —le dije haciéndola conocedora de mis planes.
Quería aprender de ella cómo gozar entre chicas, quería sumergirme en sus tetas nuevamente y quería ver qué había entre sus piernas.
—Ya que tocas el tema quiero proponerte algo. El jueves mi marido sale de viaje por cinco días, y yo estaré libre de 9 a 3 pm jueves, viernes y lunes mientras mi hijo ...
... está en la escuela. Quiero estar contigo esos días, me quiero sacar la espina y hacerte gozar en verdad, lo de la cabina sólo fue una pequeña muestra de lo que sé hacer, créeme, sé hacer muchas cosas más.
—Me parece perfecto, yo también he estado pensando en ti todas las noches desde hace una semana —dije traviesamente.
—Perfecto, no se diga más. Pero primero prométeme algo.
—¿Qué?
—No lleves ni bragas ni brasier, no los necesitarás. Ponte algo sexi, una mini por ejemplo.
—Está bien —contesté. Ya chicos me habían hecho peticiones similares y sabía de qué se trataba. Además, la idea de salir sin esas prendas era algo que me mojaba automáticamente.
—Perfecto, ¿en dónde vives?
—San Ángel.
—¿Conoces el "Carlota"?
—Me encanta, te veo allí a las 9am para desayunar. No te preocupes por el dinero, yo pago.
—Ciaou, te veo allí pues —le respondí y colgué.
Tengo una cita con un mujeron de 37 años (ya le había yo preguntado su edad). Esa mujer puede coger con quien quiera pero por alguna razón me escogió a mi, una chica de dieciocho. Los dos días de espera se me hicieron eternos. Me la pasé húmeda casi todo el tiempo y lo que mis dedos podían hacer por mí no me era suficiente. Cuándo por fin el día llegó me paré temprano para ducharme y escoger bien mi ropa. Quería verme sexi para ella pero no una vil puta. Una mini sin tanga se me hacía descabellado. Opté por un short corto y ajustado de jean y una camiseta de tirantes sin bra.
Mi ex siempre que me veía ...