Luisa, la profesora humillada
Fecha: 25/11/2020,
Categorías:
Fantasías Eróticas
Autor: Karlos, Fuente: CuentoRelatos
... música ambiental. Puso el canal de música romántica y la sacó a bailar. “Nos podíamos lavar antes”, propuso Luisa. Pero él no quiso. Pringosos de pipi y semen, se abrazaron desnudos bailando una lenta balada. Pronto la polla del chico comenzó a ponerse erecta, con el contacto del pubis femenino. “¡Qué vitalidad, ya vuelves a estar a punto!”, le susurró ella al oído. Siguieron bailando. Manolo alcanzó la plena erección de su polla mientras pellizcaba las nalgas de Luisa y la besaba en la boca. Ella se dejaba hacer y percibía el charco de humedad que de nuevo inundaba su coño. Empezaba a estar a gusto con el muchacho cuando se oyeron unos toquecitos en la puerta de la habitación. Manolo la soltó y se fue a abrir. Ella le dijo: “No abras, no espero a nadie”. Pero él le respondió: “Yo sí”. Y sin dar más explicaciones abrió la puerta. Luisa se cubrió como pudo con la camisa del chico que tomó del suelo. No daba crédito a sus ojos. Contempló espantada como entraban en la habitación cinco de los chicos del curso, entre ellos Juan Carlos, el hermano de Manolo. Aunque era amplia le pareció que la llenaban hasta los topes. “¡Coño, la profe, qué buena está! ¡Qué golfa! ¡Está en pelotas la tía, vaya tetas tiene!”, escuchó que decían entre otras lindezas. Se quiso esconder en el aseo, pero Manolo la agarró antes de que pudiera entrar. Le quitó la camisa con la que intentaba tapar sus intimidades y la echó desnuda en el suelo, en medio de los chicos. Ella se sintió avergonzada, como una ...
... hembra humillada hasta límites inimaginables, sucia y a merced de seis machos. Vio como los recién llegados se quitaban los pantalones y los calzoncillos, animados por Manolo: “anda, disfrutadla bien, que le gusta la marcha”, oyó que les decía. En pocos segundos todas las pollas de los chicos estuvieron a su vista. “¡Cógelas y empieza a chuparlas, puta!”, le ordenó Manolo. Luisa se enderezó y quedó sentada en el suelo. Con sus dos manos agarró pollas y comenzó a menearlas. Con su boca mamó una a una cambiando de posición para dar gusto a todas. Se esforzó en la tarea, con sus labios, lengua y manos, trabajando bien a los cinco chicos hasta que les consiguió una notable erección. Mientras lo hacía, Manolo, entusiasmado con sus hermosas tetas, se las estrujó y le paseó dedos por el coño, para que se entonara ella también. Y a fe que lo consiguió, porque Luisa sintió enormes oleadas de gusto y casi se corre.
Juan Carlos, que lucía una polla tremenda, pidió ser el primero en poseerla. La hizo ponerse a cuatro patas, como una yegua, y se puso a lamerle el agujero anal. Por delante, Manolo le puso la polla en la boca para que se la mamara otra vez. Así lo hizo, dándole largos lametones desde los huevos hasta el glande. Pronto notó como se dilataba bien su ano por la habilidad de Juan Carlos con su lengua y como comenzaba después a introducirle la polla por allí. Le dolió mucho al principio, sintió como si la desgarrara la penetración, pero cuando estuvo toda metida, el placer que ...