Adoro a mi bella madre
Fecha: 27/07/2019,
Categorías:
Incesto
Autor: deincógnito, Fuente: CuentoRelatos
... locura y sé que ambos moriríamos solo de pensar en que un día tuviéramos que dejarnos. Para evitar inconvenientes decidimos que se operara el año pasado, pues no hay día que no hagamos el amor sin tener en cuenta ni siquiera su período menstrual, púes me ha confesado que es en los días que más excitada está y para ser sinceros, chuparla durante su período me encanta, por el olor y el sabor de sus flujos de sangre y excitación que bajan a montones, mezclados, en medio de sus contorsiones y sus gritos de placer.
Adoro todo lo suyo, y sé que muchos podrán pensar que se trata de cualquier fantasía este relato, o simplemente es el producto de una mente enferma. Total lo que cuenta es nuestra felicidad, y saber que Sofía es la mujer de mi vida, pues ella misma me dio esa vida, me hace pensar en que solo la muerte podría acabar con todo este universo de lujuria, pasión, amor e incontinencia. Ella a su vez ha demostrado que puede ser la más depravada de las putas con tal de hacerme feliz, y que mi padre jamás supo llegar a su corazón y menos a su sexualidad. Que hemos descubierto miles de cosas, que hemos elucubrado miles de fantasías y que tal vez lo más loco que pensamos hacer es estar con otra nena para verla haciéndole el amor. Ya tenemos todo planeado ...
... para nuestras próximas vacaciones y Sofía está dispuesta a hacerlo con otra mujer y de paso permitirme que también la penetre pero estando con ella. Esa es mi mujer, la preciosa Sofía, a la que cada día parecen crecerle más sus nalgas y empinarse desafiantes a la espera de mi verga. Esa es mi mujer, mi adorada amante; aquella que me espera cada noche con sus piernas abiertas para sentir su macho hijo explorando todos sus orificios, posando mis labios y mi boca por su sexo inclemente, por su culo de ensueño, inundándolos de semen; su semen que adora beber y refregar por su carita pues sostiene que es la mascarilla ideal para prevenir las arrugas. Este soy yo; su macho, su novio y amante, y el hombre que compensó con creces toda la felicidad que sacrificó los años que estuvo con el imbécil de mi padre. Ahora estoy dispuesto a darle todo lo que esté a mi alcance para dedicarme en cuerpo y alma a la adoración apóstata de toda su belleza, de su piel de marfil y deseo, de pasión y ternura, de su boca que sabe llevarme de cabestro por todo el universo del placer para perderme en el delicioso infierno de sus caricias y sus mimos. La amo como nunca pensé que un hombre pudiera amar a una mujer; a mi mujer, a la preciosa Sofía, el motivo más grande que tengo para vivir.