1. El chico de las galletas (3)


    Fecha: 22/06/2019, Categorías: Sexo Interracial Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... abría al máximo su esfínter. Los gritos de ella eran de una mezcla trastornada de dolor y placer ante la montada que le daba al muchacho, que por su parte dejaba ver el inmenso deleite que recorría su cuerpo por entretenerse con el ano de mi madre.
    
    - Ayayayayayayyyyy… que bestia eres muchacho, me estas matando…- gritó mi madre sin dejar de rebotar.
    
    - Pero bien que te gusta perra, porque no te detienes.- respondió el chico a sabiendas de lo mucho que disfrutaba su compañera.
    
    - Sí, la tienes muy rica, mi negrito.- gimió la muy perra.
    
    - ¿Más que la de su esposo?- preguntó tentador el hijo de puta.
    
    - Síííííííííííííí.- gritó destemplada y fuera de sí.
    
    El negro solo rió satisfecho que cada día dejaba en el pasado las faenas sexuales que tuvieron mis padres, mi progenitora era suya.
    
    Unos momentos después el chico estallaba en gritos y estallando de igual manera sus huevos al soltar su líquido seminal en las entrañas de mi madre. Ella se quedó quieta sonriendo de sentirse llena y se echo hacia delante abrazándose al muchacho, entre besos y risas se recuperaban de un nuevo coito.
    
    Mientras tanto la señora Julia se acercó felinamente hasta ponerse al lado del chico, que se dejó besar por ella. Los dedos curiosos del negro empezaron a invadir la conchita de la mujer que las abrió más para una mejor faena de su amante. En un juego peligroso, se sumergían dando paso a todo su éxtasis sexual inagotable por lo que veía. La madre de Fernando se acercó hasta el miembro ...
    ... del chico que ya empezaba a crecer, y ella fue lamiendo golozamente el tronco de ébano, que se llenaba de venas gruesas, dándole un aspecto monstruoso y que sin embargo, la mujer no dejaba de disfrutar. Una vez que estuvo enhiesta la herramienta del negro, la señora se puso de cuclillas, tal cual hizo mi madre antes, y con paciencia y cuidado deslizó el glande hasta situarlo en su abertura anal, todo ante la complacencia de su joven amante que sonreía lascivamente y contento de tener a esa señora tan hermosa a su disposición.
    
    - Ya está en su sitio, señora.- dijo el muchacho tomándola de las caderas.
    
    - Sí, despacito por favor, despacito mi niño.- contestó la muy perra madre de mi amigo, mientras sus entrañas iban recibiendo el garrote desmesurado.
    
    En cámara lenta, la verga asquerosa fue ganando espacio en los intestinos de la señora Julia, que parecía enloquecer con eso en su interior. Aún sin que estuviera toda incrustada por completo, la mujer fue subiendo arriba y abajo, ayudada por el chico de mierda. Más parecía que estuvieran haciendo ejercicios pero no, la verdad no era esa sino que ese maldito hijo de puta sodomizaba a su antojo a la hermosa madre de Fernando.
    
    Con cada vaivén de sus cuerpos el pene negro y aventajado se introducía más hasta lograr la soldadura completa para satisfacción de ambos. Los gemidos y gritos que se escapaban de la garganta de la amiga de mi madre eran angustiosos a momentos y en otros de una embriaguez sexual. Era imperdible para ...
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