La historia de Claudia (final)
Fecha: 15/06/2019,
Categorías:
Fantasías Eróticas
Autor: señoreduardo, Fuente: CuentoRelatos
... comprobó lo que ya imaginaba: de las conchas de una y otra fluían los jugos con una abundancia que hablaba a las claras de la calentura que sentían.
Ella también, con el dildo posterior ya bien adentro, manaba flujos y dudaba respecto de cuál de esos culos perforar primero. Sabía que no demoraría mucho en alcanzar el orgasmo, y sus perras tampoco. Se decidió por Claudia y entonces comenzó a pasarle el dildo por toda la amplia superficie de su voluminoso trasero mientras le metía dos dedos en la concha y empezaba a moverlos cada vez más velozmente hasta que la esclava se puso a jadear como un animal.
La cachorra gemía a su lado cuando el dildo entró en el culo de Claudia y empezó a avanzar empujado por los embates de las caderas de Blanca, que seguía con sus dedos en la concha.
De pronto el Ama retiró el dildo y sin vacilar lo introdujo en el ano de Laura, que lo recibió con un largo grito de placer en tanto Claudia, abandonada, se ponía a sollozar suplicando por la continuidad del goce.
Durante un breve lapso el dildo estuvo yendo de un culo al otro alternativamente, mientras los dedos de Blanca nadaban ríos de flujo en ambas conchas.
Por fin todo se hizo gritos y convulsiones y las esclavas se derrumbaron sobre la ...
... cama con el Ama sobre ellas y las tres agitadas por orgasmos interminables.
Un rato después, ya algo recuperadas, Blanca dispuso que las esclavas durmieron en el suelo, a los pies de la cama, y cuando las tuvo allí sin una protesta, se tendió en el lecho desperezándose largamente. Luego, mientras se entregaba sin resistencia a ese agradable sopor que precede al sueño, pensó en sus esclavas con profundo orgullo de propietaria mientras recordaba su lejano inicio como spanker de Claudia cuando aún era mucama en su casa, la dominación que de inmediato había empezado a ejercer sobre ella, el reencuentro algunos años después de que la madre de la joven la despidiera, sus temores –más tarde desechados- ante ese incipiente lesbianismo que entonces comenzaba a sentir, su progresivo convertirse en Ama, el trabajo que había realizado con Claudia y Laura hasta moldearlas a su gusto y ejercer sobre ambas un poder total. Toda esa secuencia fue pasando por su cerebro como en una película que culminaba en este presente que la ponía a las puertas de un camino hecho de intensos y refinados placeres, con Inés aplastada como una rata en su propia madriguera. Al pensar en ella soltó una risita sádica antes de quedarse profundamente dormida.
Fin