A pesar de que tengo 31 años, la gente siempre me da unos 18. Soy rubio de ojos verdes, mido 1.72, y peso 70 kilos. Mi vida siempre ha sido bastante erótica, y aunque me gustan ciertas mujeres, tambien me encanta tener relaciones con hombres. En total he tenido relaciones con más de 100 mujeres y más de 50 hombres, aunque la verdad es que he perdido la cuenta. Tuve experiencias áltamente eróticas de niño, tanto con niñas como con otros niños también. Fui violado por un hombre a una temprana edad, y de chiquito tambien sufrí abuso sexual a las manos de unas mujeres. El resultado fue de que ahora soy un verdadero perro, y una verdadera perra tambien.Jamás me olvidaré de la primera vez que decidí tener relaciones con un hombre. Lo que pasó fue esto. Había ido a acampar con mi cuñado de aquellos tiempos, y decidimos poner la carpa debajo de un puente por donde pasaba un río. Había un anciano que vivía ahí, que de seguro tenía ochenta años por lo menos.Confieso que me sentía atraido a mi cuñado por la enorme verga que tenía y que siempre andaba sacando como broma o algo por estilo. Cada vez que lo hacía me quedaba como paralizado y hasta hoy sueño en mamársela y sentirla llenando mi orto. Seguro que dura habrá sido de unos 30 centímetros porque creo que hasta blanda llegaba a 22. Si la hubiera agarrado con mi mano no pudiera haber tocado el dedo índice con el pulgar por lo gruesa que era. Tenía unas hermosas venas azules que translucían a través de su piel blanca. Traía la punta ...
... cubierta por su prepucio ya que no era circuncisado. ¡Cómo me hubiera encantado jalarle la pielcita hacía atrás hasta dejar su hermoso capullo brilloso al descubierto! Le hubiera lamido y chupado ese palo enorme gozando tanto de las sensaciones que me hubiera ocasionado como tambien del sabor y hasta del olor. Me hubiera tragado toda su leche hasta dejarlo seco, pero no pudo ser. Mi cuñado siempre hablaba mal de los homosexuales, y por lo tanto no me atreví a ser demasiado directo. Aunque como les estoy por relatar, sí se dio cuenta de que tambien me gustan los hombres.El día que fuimos a acampar era un día bastante caluroso. Por lo tanto traía puesto una camiseta blanca y un pantalón de algodón bastante corto, de color rojo, sin calzoncillos ni nada. Al llegar al puente donde íbamos a acampar, mi cuñado se fue a explorar los alrededores mientras me quedé organizando las cosas un poco. Bueno, la verdad es que lo de organizar fue mas que nada una escusa para ponerlo verde a ese viejo vagabundo. Aunque me veo bastante bien ahora, calculo que a los quince años que tenía en aquel entnoces me veía aun mejor. Encima con lo que traía puesto, no me costó mucho trabajo hacer que a ese viejito se le cayera la baba.Esperé hasta que mi cuñado se había alejado lo suficiente, y aunque el shorcito que traía puesto apenas me tapaba las nalgas, me lo jalé por detrás hasta que quedó como tanguita entre mis nalgas blancas que no tenían un pelo ni siquiera, igual que mis piernas, excepto que en ...