1. En busca de experiencias -2-


    Fecha: 19/02/2019, Categorías: Bisexuales Autor: korso10, Fuente: CuentoRelatos

    ... algo raro: me puse una camisa blanca y un chaleco de lana muy fina en color negro, al igual que mis pantalones y unos zapatos bajos de mujer, tipo mocasín de cuero negro.
    
    Era la primera vez que me los ponía al igual que las medias para pantalón, en un color arena con un brillo tan especial que hacía que mi empeine resaltara.
    
    Eso lo aprovechaba yo, ya que me había cruzado de piernas de tal manera que lo tenías delante de tu mirada que desviabas hacia ellos, cada vez que lo balanceaba, giraba lentamente el pie y jugaba con el zapato, descalzando el talón y balanceándolo en los dedos, cuando no los estiraba.
    
    Me gustaba ese juego con vos; me gustaba ver como peleabas, para poder ver la serie y para verme el pie.
    
    Tengo que reconocer, aunque suene pedante, que la imagen de mi arco y mi talón envueltos en esas medias era muy erotizante hasta para mí.
    
    Tenía todo planeado y de saberlo, mi concha se ponía cada vez más húmeda.
    
    En un momento, dejaste de abrazarme, para jugar con tu mano en mi pelo y yo crucé más la pierna, colocándola sobre la tuya, el calor de tu cuerpo era bastante delator.
    
    Seguimos mirando la serie, mientras yo no variaba mi jueguito con el pie.
    
    —Voy a buscar más café —dije y me levanté.
    
    —Paso al baño —dijiste vos, pausando el televisor.
    
    Era el momento perfecto: fui a la cocina, serví el café lo más rápido que pude y volví.
    
    Me senté en el lugar que vos ocupabas, de manera que quedé apoyada sobre mi derecha, en el apoyabrazos del ...
    ... sillón.
    
    Te vi salir del baño, te tenía ya bajo control.
    
    Te sentaste a mi lado, sin molestarte que te hubiera sacado el lugar; esa era una de las tantas cosas que me gustaban de vos y que me animaron mucho a hacer lo que hice.
    
    Si el fin era el que se esperaba, no te andabas con cosas chicas, es decir podías ver igual la serie.
    
    Volví a cruzarme de piernas, pero esa vez, el pie derecho era el protagonista.
    
    Vos eras para mí una fuente de revelación en muchos aspectos, desde el sentimental, el humano pasando por el personal y el sexual, obviamente.
    
    A toda mujer le gusta que la adulen y le digan cosas lindas, pero también le gusta sentirse objeto de deseo, por las miradas de los demás hombres.
    
    Tu mirada en mi cuerpo, era una caricia sensual que me hacía sentir toda una mujer y no entendía por qué tus ojos siempre estaban mirándome los pies, hasta que lo entendí muy bien y lo entendí cuando una vez, luego de hacer el amor te quedaste mirándome todo el cuerpo, pero hiciste mayor hincapié en mis tetas.
    
    Son grandes y un poco caídas por amantar, mis pezones de areolas grandes, están marrones por dar leche y son grandes, lo que me hacía sentir vergüenza por ellos, hasta que vos me dijiste que te encantaban.
    
    Cuando dejé entrever que quería operármelos, me dijiste que hiciera lo que yo quería, pero que, si fuera por vos, no; que decirte de la fascinación que sentí al saber que te gustaba tal y como yo era.
    
    Sé que no tengo el cuerpo de una chica de veinte, alguna vez ...
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