VIENTOS DE CAMBIOS
Fecha: 11/08/2017,
Categorías:
Lesbianas
Autor: dulces.placeres, Fuente: SexoSinTabues
... excepción, esta rutina comenzó a hacerse costumbre, la jefa acompañaba a mi esposo a mi casa a seguir trabajando, de pronto mi hogar se había transformado en una especie de sucursal improvisada de la compañía, haciendo oídos sordos a mis continuos reclamos y objeciones. A pesar de que ante mis ojos solo daban la impresión de una relación laboral y solo hablaban de pastillas, prospectos, inversiones y no sé cuantas pavadas mas, y que ella siempre vestía muy formal, muy laboral, yo no podía dejar de imaginar un amorío entre ambos, que hombre podría estar cerca de tremenda mujer sin llegar a un affaire? consiente ó inconscientemente, además, Zacarías era un tipo muy pintón, ejecutivo y adinerado, candidato para cualquier mujer… Me llenaba de preguntas, no podía acostúmbrame a la situación y Zacarías estaba decidido a no cambiar su actitud. Débora me desconcertaba, porque era evidente mi trato frío y distante y le hacía saber en cada palabra que no era santa de mi devoción, pero a pesar de eso más de una vez la sorprendía mirándome fijamente, cosa que me molestaba y me ponía nerviosa, además siempre tenía buen trato hacia mi persona, como tendiendo una mano a la amistad, mano que no tenía intenciones de tomar. Así pasaban los días, uno tras otro, mi relación con Zacarías se iba enfriando, si bien teníamos buen sexo la convivencia tenía cada vez mas roces. Cuando entrábamos en los primeros calores del verano, mi pareja vino con la noticia que se iría unos días a Brasil, a una ...
... jornada de capacitación, que lo mandaba la empresa y era condicionante, prácticamente no tenía elección, y para mi tranquilidad me confirmó que me equivocaba en pensar lo que pensaba, Débora no iría… Era cierto, ese fue mi primer pensamiento, es más, me dijo que ella misma en persona lo había seleccionado y que no sería bien vista en la empresa una negativa de su parte. Así fue que ese viernes un remisse pasó a buscarlo para llevarlo al aeropuerto, nos despedimos con un beso y lo vi alejarse por la avenida hasta perderlo en la distancia. Por la noche recibiría un inesperado llamado, era Débora, me dijo que quería hablar conmigo, si podía atenderla el día siguiente, me pareció raro su pedido pero no podía ser tan descortés, al fin y al cabo hasta el momento todo pasaba por una relación solo laboral, Zacarías viajaba a Brasil, ella estaba acá y yo siempre era la única poner distancias. La mañana siguiente se presentó primaveral, y ella pasó temprano por casa, con un look informal como ese día en que la conocí, alejada de sus obligaciones laborales, me dijo que iba al parque a correr un rato, nuevamente me quedé perdida en su cuerpo escultural. La invité a pasar, a ponerse cómoda, preparé un té para mí y ella prefirió un agua mineralizada, la conversación en la que empecé a la defensiva y terminé sorprendida fue más ó menos la siguiente - Bueno, acá estamos, Zacarías debe estar ya en Brasil, a que debo tu visita? - Mirá Carla, no quiero andar con rodeos, voy a tratar de ser lo más ...