VIENTOS DE CAMBIOS
Fecha: 11/08/2017,
Categorías:
Lesbianas
Autor: dulces.placeres, Fuente: SexoSinTabues
... concisa posible - Te escucho - Es evidente que no te simpatizo - No… no pienses así… - Esperá, necesito que seamos honestas, porque para mí no es fácil decir lo que tengo que decir, estamos? - Ok, es cierto, no me simpatizas… - Y seguro piensas que yo ando tras tu marido correcto? - Y si… puede ser… además, con el cuerpo que tienes… - Seguro… y por qué piensas que día a día venimos a tu casa a trabajar… - Para estar más tiempo juntos… - Eso crees? Ja! ja! y porque piensas que ahora está en Brasil? No sería lógico que yo estuviera allá también? - Si… eso me sorprende… - Pero mujer, y por qué piensas que yo misma lo mandé? - Porqué es su trabajo, porqué es profesional… - Pero de verás no te das cuenta? - De qué? cuenta de qué? - De que el que corre peligro es el! No te das cuenta como te miro? Como te hablo? A pesar de tu distancia y tu frialdad, no te das cuenta que me gustas desde el día que te conocí en la tienda? no te das cuenta…. Confundida por sus palabras, no podía creer lo que escuchaba, esa mujer se me estaba declarando! y tras sus palabras trató de avanzarme, de juntar sus labios a los míos, apenas si logré evitarla. Le dije que era una enferma, una sucia lesbiana, que por favor se retirara de mi casa… Vi unas lágrimas correr por su rostro, intentó pedirme disculpas y me rogó que no hablara del tema con Zacarías, que él era un buen hombre y estaba ajeno a todo. En adelante muchas cosas cambiarían en mi cabeza, en mi forma de pensar y de verla, naturalmente no ...
... comenté nada con mi pareja y las visitas laborales continuaron, con la diferencia que Débora casi ya no me miraba a los ojos, casi no me hablaba y si lo hacía era en un todo sumiso y avergonzado, también cambió mi trato hacia ella, un tanto por pena, un tanto por admiración. Zacarías obviamente nunca notaría lo que pasaba, era hombre, nunca ven más allá de sus narices. Solamente notó que el trato entre las dos mujeres había cambiado, pero nunca se cuestionó el motivo. Al tiempo, habíamos limado asperezas y comencé a acercarme más a Débora, solo como amiga, a pesar de saber sus intenciones, fui bajando mi guardia y nos fuimos conociendo, descubrí una gran mujer que mis celos no me permitían conocer, la miré con otros ojos. Mi hombre se veía gratamente sorprendido por mi cambio de actitud, le gustaba que de vez en cuando fuéramos a correr juntas, que seamos amigas, que las cosas cambiaran, incluso me decía que había mejorado en la cama. El único problema que me angustiaba era que cuando hacía el amor con él, me sorprendía a mi misma teniendo en mi cerebro relaciones con ella, y esto me molestaba y hacía lo imposible por bloquearlas, que era lo que me pasaba? Nunca olvidaré ese día, fuimos a correr por la tardecita, ya había caído el sol, como siempre ella se robaba todos las miradas y piropos de los caballeros, hacía demasiado calor y estábamos mus transpiradas, paramos en un bar de poca monta a tomar unos refrescos, sentada una a lado de la otra, riéndonos como buenas amigas, hasta ...