Noche violada con Yenaris - Relatos Eróticos

Noche violada con Yenaris

Yenaris era una secretaria que trabaja en una compañía de seguridad al lado donde resido. Es obvio que Yenaris era una belleza espectacular, tenia una piel blanca con un perfecto bronceado. Tenia un cuerpo escultural, con unas tetas grandes y firmes que lucían increíbles en los generosos escotes que usaba todo el tiempo; un culo grande y jugoso, unas piernas espectacularmente hermosas que lucia con unas minúsculas minifaldas, y un vientre plano sin gota de celulitis. Su cabello rubio era precioso; sus ojos grises eran bellísimos y te hipnotizaban en instantes; su boca de labios gruesos y sensuales te invitaba a meter tu lengua; su dentadura perfecta y blanca era ideal para un anuncio de pasta dentrifica; sus manos eran las de una señorita aristocrática y sus pies eran los mas bellos y eróticos que he visto en una mujer.

Desde que vi a Yenaris en el edificio me volví loco. Al principio era una reacción normal por trabajar en el mismo lugar. No se como, pero me fui obsesionando con ella; era una obsesión. Todo el día soñaba con cogérmela, tenía fantasías eróticas con ella y solo quería tener su chocha alrededor de mi bicho. Nunca he sido un santo, pero Yenaris me convirtió en un maniaco sexual. Toda mi vida he sido un poco resentido por no tener sexo con mujeres buenísimas, y siento envidia por los machos que se las llevan a la cama. Por eso, poseer a una hembra como Yenaris era la forma de saciar mis instintos y vengarme de las hembras calientes y presumidas como ella. ...

... En mi mente empezó a surgir la idea de violar a Yenaris si tuviera la primera oportunidad; yo sabia que ella nunca se fijaría en un tipo como yo, y tomarla a la fuerza era mi única oportunidad. Pero sabia que no la tenia fácil.

Varios días después, ella tocó trabajar hasta tarde en la noche. Me escondí detrás de los contenedores de desperdicios sólidos para que no levantara sospechas, minutos después sale primero su jefe todo. Luego sale ella, me pongo una máscara la sigo sin hacer mucho ruido. Cuando llego a su auto le tapo la boca con un paño bañado de alcohol, segundos después empieza a tambalear....

Yo: "Mejor no te hagas la heroína... Esta noche seremos tu y yo"
Yenaris: "¡Suélten... me...!
Yo: "Así... dormidita. Que cuando lleguemos, quiero verte como Dios te trajo al mundo Yenaris... desnuda"
Yenaris: "¿Cómo sabes mi nombre?"

La monto en el carro. Averiguo su licencia de conducir para ver en donde vive, resulta que vive a 10 calles de la empresa. Nos dimos un paseo por par de calles hasta su casa. La bajé del carro, sin que los vecinos nos estén mirando) le abro la puerta de la casa, la cargué hasta su cuarto y la acomodé en la cama. Sin perder el tiempo saqué del pantalón unas esposas, y enseguida esposé cada brazo y cada pierna de Yenaris a una esquina distinta de la cama, hasta dejarla en forma de una "X". Entonces me quité toda la ropa hasta quedar completamente desnudo con mi gran erección. Acerqué un frasquito con otra sustancia a su nariz, y la hice ...