Le toca mandar a ella
Fecha: 17/12/2018,
Categorías:
Grandes Relatos,
Autor: Lujan, Fuente: CuentoRelatos
Después de cinco años casados, mi mujer y yo llegamos a la conclusion de que para tener una vida feliz, y una vida sexual saludable no podíamos restringir nuestras fantasías. Recuerdo una noche, después de, aproximadamente, tres años de matrimonio, en la que hablamos de todo por lo que teníamos curiosidad. Resultó que mi esposa tenía bastante más ideas de lo que su aspecto sugería…
Ese viernes volví del trabajo sobre las tres de la tarde y me encontré en la mesa del salón un muestrario de nuestra juguetería; un consolador, un plug anal, un strap-on, lubricante y una nota que decía:
Mi Amor:
En la mesa hay unos instrumentos que indican qué es lo que pasará esta tarde. Por favor guárdalos todos y prepárate en consecuencia. Yo llegaré a las seis. Tus instrucciones son estar perfectamente preparado, y con el plug metido desde las seis menos cuarto.
Si te da tiempo, prepara una jarra de margarita.
Deberías ponerte ropa cómoda y fácil de quitar.
Si quieres seguir adelante, mándame un mensaje que sólo diga “ok”.
Te quiero.
Sara
Sólo dos horas y cuarenta y cinco minutos, ya voy tarde. Inmediatamente recojo todo, le mando el mensaje a Sara y me meto en el baño para afeitarme los huevos y el culo, y para lavarme a conciencia. Lo que empezó como una fantasía por mi parte, que mi mujer me follara el culo, se ha convertido en una práctica habitual que si bien placentera, requiere minuciosa preparación y limpieza. Ella no me pide que me afeite el culo, pero tras ...
... ver numerosos videos, yo lo prefiero.
Una vez duchado y limpio saco los licores, preparo dos copas y la jarra de margaritas, que se queda en la nevera enfriando. Las cinco y media. Tiempo récord. Saco el plug y un consolador mediano y comienzo a ejercitar mi culo despacito, con mucho lubricante. A menos cuarto, me lo termino de meter, con una sensación de apertura anal muy gratificante, y me visto con unos vaqueros y una camiseta.
A las seis en punto, como un reloj Suizo, Sara entra por la puerta.
—Hola, está todo en orden?
—Tal como me lo pediste, creo
Se acerca a mi, me da un beso y me agarra el culo para comprobar si tengo el plug metido.
—Perfecto, he invitado a una pareja del gimnasio a venir a tomar unas copas
—¿Pareja del gimnasio?
—Julio y Verónica, hablé con ellos de una cosa que quería probar y les interesó mucho. Saca un par de copas más y sirve unas margaritas para todos mientras me cambio
Sara y yo probamos algún local de intercambios y participamos en alguna de las orgías que organizan pero no nos terminó de gustar, así que lo dejamos. Esta idea que tiene es, cuanto menos, inesperada. En cualquier caso, sirvo las bebidas cuando llaman a la puerta.
—Hola, somos Julio y Verónica, tu debes ser Sergio
—Sí, correcto, encantado. Pasad, pasad y poneos cómodos
Son una pareja bien parecida, de unos 35 años ambos, y con los cuerpos de alguien que va al gimnasio tres veces por semana a hacer ejercicio, y no a mandar mensajes de teléfono ...