El Tamaño no Importa
Fecha: 17/12/2018,
Categorías:
Gays
Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues
Acababa de terminar una relación muy intensa de casi 3 años, por lo que me encontraba en un estado emocional deplorable, pero el orgullo de ambos parecía que nos iba a dejar así a los dos. Estaba en la etapa de ardido, por lo que descargué Grndr con la intención de acostarme con quien se dejara. Hice un perfil y empecé a mandar mensajes a todos los que estuvieran en línea y cerca de donde yo estaba; activos, pasivos, inters, heterocuriosos y todo lo que uno se puede encontrar en esa aplicación. Nunca me acosté con nadie. Al final me convertí en lo que se llama, un “Calienta Huevos”, siempre acordando citas, pero cancelando de último momento; terminando en orgasmos sin chiste, con las fotografías que me enviaban. Había dos razones por las que no concretaba ningún encuentro; la primera, sentía que engañaba a Julián, a pesar de que en ese momento ya no éramos nada. La segunda, mi cuerpo; lo odiaba en verdad y la idea de estar desnudo frente a un tipo al que nunca he visto en mi vida, me causaba pánico. Siempre he tenido kilos de más y eso es poco decir; en mi adolescencia y primeros años de los 20, llegué a pesar 165 kilos. Antes de cumplir 30, me sometí a un riguroso plan de alimentación y ejercicio. Ya para los 32 años, pesaba 100 kilos. Mi cuerpo había disminuido de tamaño, pero había aparecido flacidez, que si bien no era mucha gracias al ejercicio que practicaba a diario, me daba muchísima inseguridad. Los días pasaron y recibí un mensaje. - Hola guapo. Revisé el perfil y ...
... era un cuerpo sin cabeza. Estaba sentado, vestido con un pantalón de mezclilla y una playera Polo rosa. Un estómago enorme se veía a través de la playera que hacía el intento por no romperse. El teléfono vibró y me di cuenta que había enviado otro mensaje. Lo abrí y era una fotografía de su cara. Era blanco y de ojos verdes. Sonreía ligeramente y me dio confianza. Aproximadamente unos 40 años. Nunca había estado con alguien por lo menos 8 años mayor que yo, pero al final haría lo mismo; platicaría algunas horas con él, me preguntará que estoy buscando, contestaré que al “amor de mi vida”, me voy a reír como pendejo y después diré que estaba ahí por caliente. Me preguntará el rol, diré que inter pero que en esta ocasión buscaba activo. Si está de acuerdo, me preguntará si tengo lugar, a lo que contestaré que no. Si él tampoco, le diré que lástima, pero si lo tiene, me enviará su ubicación; le diré que voy para allá y después de unos minutos, no volverá a saber de mi, después de oprimir “bloquear”. Pero no. Nunca me preguntó que hacía en la aplicación, ni mi rol. Se limitó a contarme un poco de él. Era casado, sólo tenía tiempo para él los fines de semana por las mañanas, que era el único rato en que no estaba con su esposa o hijos. Le gustaba el cine, el teatro, el vino, etc. La plática se extendió por días, hasta que un día. - Estás muy guapo. - Ehmmm. gracias. - ¿Por qué dudaste? - Porque no me considero guapo. - Para mí, lo eres. Dejé la aplicación algunos días porque tuve ...