Entre la confrontación y la victoria...
Fecha: 15/12/2018,
Categorías:
Gays
Autor: renovatio111, Fuente: xHamster
... escuche mi nombre y me dirigí al interior de la oficina para continuar y concluir con mi trámite. Estuve dentro cerca de unos 10 minutos, mientras verificaba mi información y esperaba a que tomaran la fotografía de la licencia. Cuando salí, el tipo había desaparecido pero yo aún debía esperar a la impresión de mi documento.Me olvidé de él por un momento y continué esperando unos minutos más a que me hicieran entrega de la licencia. Cuando al fin la tuve en mis manos, salí a toda prisa porque tenía que hacer unas compras para el viaje que haría por la noche; para entonces, ya me había olvidado del apuesto militar, caminaba por la acera, distraído, con los ojos puestos en la licencia recién expedida cuando tope con alguien que me detuvo por el hombro. Levanté el rostro con sobresalto y, para mi sorpresa, me topé de frente, a escasos centímetros de mi, con el rostro del oficial que mirara en la oficina momentos antes. Su gesto no era amigable, por el contrario, me miraba con desagrado y sarcasmo. Esbocé media sonrisa y traté de librarlo, para continuar andando pero, él, me detuvo interponiendo su brazo en mi camino. Para entonces, yo, ya tenía plena conciencia que el tipo era un pica pleitos, así que me aparté un poco y lo miré directamente.Qué me miras ¿Cuál es tu problema? – preguntó-No lo estaba mirando, sólo voy pasando – respondí-No te hagas pendejo – increpó- Hablo de antes; adentro... En la oficina...No lo miraba, sólo me topé con su mirada un par de veces¿Crees que soy ...
... pendejo, pinche maricón? ¿Qué andas buscando? ¿Crees que soy puto, o qué...?Le ofrezco una disculpa si lo m*****é de alguna manera, no fue mi intención provocar éste mal entendido – me disculpé-Aparte de puto, sacón... – respondió- Ándale... ¿No andabas buscando macho? Pues ya te encontraste con uno de verdad, cabrón...Traté de ignorarlo y seguir mi camino pero, lo evitó, interponiéndose, nuevamente, en mi camino y dándome un empujón.¿Adónde vas, putito? – preguntó con una sonrisa burlona en los labios –No quiero pelear con usted, no es mi estilo pelear en la calle¿En la calle...? Entonces, qué ¿Te llevo a mi casa para partirte la madre? – respondió y explotó en carcajadas burlonas –Soy un hombre ecuánime, cortés y educado; nunca doy pie a confrontación pero también soy fuerte y valiente; no me acobardo ante nadie, ni le saco la vuelta a una contienda a golpes. No pretendía pecar de camorrista pero tampoco iba a permitir que me insultaran en mi cara. La actitud del tipo comenzaba a m*****arme y su risa me irritó lo suficiente para responderle con un puñetazo en plena cara, tan fuerte y afortunado que el tipo rebotó contra la cercana pared, a sus espaldas, y cayó de bruces sobre la dura banqueta. Trataba torpemente de incorporarse pero, al parecer, lo contundente del golpe y el factor sorpresa fueron tan avasalladores, que, el pobre tipo, estaba conmocionado en el suelo, empolvado y con la mirada perdida. Afortunadamente, nadie había presenciado tan penoso enfrentamiento y, por ...