Entre la confrontación y la victoria...
Fecha: 15/12/2018,
Categorías:
Gays
Autor: renovatio111, Fuente: xHamster
Una de mis experiencias más bizarras pero también más excitantes se presento hace aproximadamente un año cuando visité una de las concurridas oficinas expedidoras de licencias de conducir en la Ciudad de México... Salí de mi despacho antes del medio día con la intención de renovar mi licencia pues ésa misma noche emprendería un viaje a Valle de Bravo por carretera y no deseaba tener ningún contratiempo.Como era de esperarse, había una gran cantidad de gente dispersa por todo el lugar, no parecía reinar ningún tipo de orden a sí que me acerqué al mostrador a pedir información y entregar mi documentación. Una vez que hice esto, me indicaron que debía esperar en un pequeño patio, afuera de la oficina, a que se me llamara para verificar mis datos y tomarme la fotografía.El tiempo comenzó a pasar irremediablemente, más de lo esperado... Yo, comenzaba a perder la paciencia, por la demora del personal que ahí labora, cuando algo atrajo poderosamente mi atención. Era un hombre maduro como de 39 años, alto, moreno y corpulento; obscenamente enfundado en un uniforme de oficial militar, tan ajustado a cada forma de su cuerpo que resultaba difícil apartar la vista de él... Su rostro, sin ser bello, era arrolladoramente atractivo, enmarcado por su mentón cuadrado y enfatizado por unos labios carnosos que invitaban a ser devorados... Llevaba una camisa color caqui de mangas cortas, que dejaban ver un par de poderosos brazos lampiños y quemados por el sol; con el talle tan ajustado, en ...
... contraste con su amplia espalda, soberbiamente rematada, en la parte baja, por un par de nalgas, perfecta y generosamente torneadas, que se adivinaban por debajo de la tela azul, que apenas las contenía.El tipo de dirigió a otra de las ventanillas, a realizar otro trámite vehicular, obviamente, y cuando se hubo separado de la ventanilla, se dirigió al patio común de las oficinas y se quedó parado, en un mismo sitio, a esperar a ser voceado.Mientras tanto, yo, no había perdido ningún detalle de sus acciones ni había pasado por alto ningún detalle de su admirable físico. Estaba tan idiotizado en la contemplación de su cuerpo que no advertí el momento en que, él, se dio cuenta que era objeto de mi asedio impertinente... Primero, me miró con curiosidad y sostuvo su mirada en mi persona como intentando recordarme o reconocerme pero, cuando estuvo convencido que no era nadie que hubiera visto antes, desvió la mirada y se olvidó momentáneamente de mí... Era un auténtico agasajo mirarlo... Sin importarme la gran cantidad de personas que nos rodeaban, continué con la mirada fija en su anatomía. Él, parecía no darse cuenta pero, en más de una ocasión, desvió, furtivamente, su mirada para toparse directamente con la mía y advertirme que estaba consciente de mi atención. Al principio parecía no importarle, sin embargo, después de un rato, giró la cabeza y me miró a los ojos de manera hosca y desafiante. En ése momento decidí no mirarlo más para evitar problemas gratuitos.Casi de inmediato, ...