1. Mi historia con una mujer maltratada (2)


    Fecha: 15/11/2024, Categorías: Hetero Autor: Tmy456, Fuente: CuentoRelatos

    ... unas toallas. Tenerla abrazada mientras caía el agua por nuestros cuerpos desnudos fue, sin duda alguna, una de las mejores experiencias que he tenido. Le pregunté si le había gustado. "Me estás jodiendo ¿no?", replicó, "¡Me encantó!". "Me alegro de que te haya gustado, chiquita", le dije.
    
    Tomamos el café y los dos nos pusimos a hacer cosas, yo me puse a hacer dos resoluciones del juzgado y a hacer el curso de ingreso de la IUPFA, ella empezó a trabajar. Cayó la tarde y Anen empezó a hacer unas pizzas (que le salen muy bien de hecho), la ayudé a hacer la masa y la salsa. Agarramos dos cervezas y nos tiramos en el sillón, esta vez sin ver nada en la tele. Sólo charlábamos de boludeces, se siente bien tener a alguien igual de estúpido que uno mismo para hablar de estupideces.
    
    Terminó de hacer las pizzas y nos sentamos a comer, en la cena me preguntó cómo me estaba yendo en el curso de ingreso, le dije que bien, según yo. Me faltaba una materia nada más, física. Cómo odio esa materia.
    
    El caso es que esa noche terminamos haciendo un juego que lo patenté yo. Se trata de que uno se ponga perfume en diferentes partes del cuerpo y el otro vaya sintiendo donde están esos puntos de placer. En su caso, me acuerdo que ella se había puesto en el cuello, en el pecho, en la panza, en la ingle y en uno de sus muslos. El truco es que yo, que era el que iba a dar placer, fuera sintiendo, tocando, besando, lamiendo y mordiendo en diferentes partes de su cuerpo. Yo aguardaba nervioso ...
    ... detrás de la puerta de la habitación, esperando que me diera la señal para entrar. Me puse una venda en los ojos. Me dijo: "Ya está, pasá bebé", entré y cuando me estaba acercando a ella le dije: "Te aseguro que te voy a dejar temblando". Me dijo: "Faaa, re decidido el chabón. Bueno, demostrálo". Eso me la bajó un montón, por primera vez Anen no estaba confiando en mí, ni en mi virilidad. Primero empecé a rozarla para calentarla un poco. Después que yo ví que la temperatura había subido, busqué los puntos de perfume. "Estuve esperando un mes para este momento", dijo. "Yo igual", aclaré. Comencé de arriba hacia abajo. Lamí y besé su cuello. Bajé un poco, chupé sus tetas y jugueteé un poco con ellas, tampoco tanto porque puede llegar a ser un poco molesto. Lengüeteé su vientre, siempre con cuidado, porque me dijo que aún le dolía. Seguí bajando, y me encontré con su ingle, la empecé a tocar y estaba muy mojada. "Me excita muchísimo como me tocás", aclaró. "Y a mí me excita lo húmeda que estás", le dije. Opté por hacerle un oral. Empecé a lamer de abajo hacia arriba los labios menores, fuí haciendo círculos con la lengua, la metía y la sacaba. "Me encanta sentir tu lengua ahí abajo", dijo en un tono muy bajito. Una vez que ví que la zona estaba bien lubricada, empecé a meter un dedo y luego dos, tocando la entrada de su vagina y presionando suavemente, dejé que ella me dijera si le gustaba eso y gritó: "¡¡¡Seguí Tomás!!!". Una vez que ví que todas sus partes ardían, me concentré ...
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