Papá estrena mis tetas nuevas
Fecha: 23/09/2023,
Categorías:
Incesto
Autor: Martina Paz, Fuente: CuentoRelatos
... de hablar de lo importante ─dije de manera abrupta.
─Me temo que sí ─respondió papá dejando vislumbrar un leve enrojecimiento en su rostro.
─Te juro que tuve mucha paciencia ─empecé─, traté de aceptar mi realidad, mi genética, los tiempos de mi cuerpo… pero no hubo caso.
Terminé la oración desviando instintivamente mi mirada hacia mis pechos. Papá hizo lo mismo, lo que convirtió su rostro en un tomate. Logró serenarse de inmediato, por suerte.
─ ¿Buscaste algo de información? ─quiso saber.
─Tengo todo. Si confirmo antes del mediodía, pueden operarme el lunes a primera hora.
El silencio de papá puso sobre la mesa una catarata de pensamientos que jamás conoceré. Asentía en silencio, haciendo todo lo posible por no mirarme a los ojos. Luego de varios minutos que me parecieron eternos, finalmente habló.
─Está bien, confirmalo.
Casi que no lo dejé terminar la frase, ya que di un salto y me senté sobre sus piernas, rodeándolo con mis brazos. Lo besé en las mejillas, en los ojos, en la frente… y en los labios. Fue un beso húmedo, dulce, acelerado, pero tierno. A pesar de la rigidez de su cuerpo, sus manos me acariciaban con vehemencia la cintura y mi culo. Creo que el beso duró un par de minutos, luego de los cuales me puse de pie de un salto, roja de la vergüenza.
─Yo… ─no tenía ni la más mínima idea sobre como continuar.
─Anda a hacer ese llamado ─dijo papá, evitando mirarme.
Di media vuelta en silencio y obedecí.
Pasamos el resto del fin de ...
... semana hablando lo justo y necesario. No sé qué hizo él, pero yo traté de no pensar en lo sucedido y enfocarme en quien iba a ser a partir del lunes. Pasé muchas horas frente al espejo, desnuda, contemplándome en silencio. Mis tetas se veían bien. Jamás había recibido quejas sobre ellas, sino todo lo contrario. Cerraba los ojos y las veía, casi que las sentía a las nuevas. Y eso me calentaba muchísimo. A pesar de ello, ese fin de semana no me masturbé. Sin manifestarlo, sentía que si lo hacía, en ese momento podría cruzarse la imagen de papá y eso me destrozaría.
El post operatorio fue horrible. No puedo explicar con palabras el dolor que sentí durante esa primera semana. Sentía en las tetas dos volcanes que me quemaban y que en cualquier momento podrían estallar. En la cintura y en la espalda sentía una presión tremenda, lo que me obligó a mantenerme lo mas quieta que pude. Al tercer día, llegó el momento de bañarme por primera vez. Obviamente que no pude hacerlo sola, por lo que papá tuvo que ayudarme. Fue esa la primera vez en la que me vio totalmente desnuda. A pesar del dolor, me fue imposible no contemplar la posibilidad de que algo extraño suceda. Pero no pasó. Al menos, algo con tintes turbios. Papá me trató con mucho cuidado y cariño. Con un trapo húmedo recorrió todo mi cuerpo de la manera en la que le había indicado la doctora. Cada vez que me tocaba la piel se sentía tirante y me hacia doler. Papá frenaba y me pedía perdón. Yo sonreía y lloraba al mismo tiempo. En ...