... ¡Ella también quiere hacer “nono”… con vos adentro…!
-¡Jajaja! Habrá para todas. Ahora, en casa, no hay ningún apuro.
-¡Qué genial estuviste en ofrecernos tu casa! ¡Los seis meses nos parecerán pocos! –Clarisa se saca la pija de la boca para hablar. – Hace un ratito se la clavaste a Aldi, ¿verdad?
-No, no. Ella me la mamó en el auto hasta que le acabé en la boca y luego se la chupé yo. – Sabía que a las nenas les encantaba el lenguaje de lo más guarro.- Por eso te tuve que pedir las pildoritas, porque si no me costaría mucho que se me pare, por más que tu mamaba es genial…
-Gracias papito. No importa que no puedas llenarme. Con que me la puedas clavar ya soy feliz.
Luego de unos cinco minutos de mamaba… ya la tenía dura. Clarisa se enancó sobre mí, guiando la pija a su concha. Se sentó totalmente…, y comenzó una suave cabalgata. Le levanté el camisolín hasta el cuello, tratando de chuparle las tetas. Con tanto movimiento no era fácil, ¡los pezones se me escapaban! ¡No quería morderlos!
-Parece que no pierden tiempo. – Aldana estaba de vuelta dentro del toallón.
-Vos tampoco perdiste el tiempo en el auto… - Clarisa contestó rápido.
-¡Jajaja! Y… ahora que tenemos a mano a papito hay que utilizarlo…
-Hacerlo trabajar… ¡jajaja!
Mientras Aldana miraba y se reía, Clarisa aumentaba el ritmo de la cabalgata.
-Pronto me viene, papito… ¿Querés qué te acabe en la boca?
-¡Jajaja! ¿Querés qué compare con mis juguitos? ¡Jajaja! – Aldana se divertía.
-No me interesa ...
... comparar. ¡Las dos tienen juguitos sabrosos! Y… si…, me gustaría que me acabés en la boca. Chuparé hasta donde llegues.
-¡Jajaja! Te mandamos tantos jugos, que no te entran todos en la garganta. – Mientras Clarisa se paraba sobre el sillón con las piernas abiertas a cada lado, y me ponía la concha en la boca, Aldana se colocó para chuparme la pija. Un minuto y Clarisa tenía el estremecimiento y los fluidos salían a borbotones.
-¡Aaaahhhhh! ¡Papitooooo!!! ¡Qué ricooooooo… es acabarte en la boca!!!!!
-¡Uy Clari! ¡Qué squirt te mandaste! – Aldana también estaba encantada.
-Si…, por eso… a papi le cuesta tanto tragar todo. ¡Jajaja!
Las chicas se divertían. Yo trataba de tragarme todo. Mientras Clarisa se reponía, sentada a mi lado, Aldana abandonó mi pija y fue hacia la concha de la hermana.
-¡Jajaja! ¡Tenés mojado hasta el culo! – Aldana pasaba su lengua desde el ano al clítoris.- Fue una barbaridad… ¡y bañó a papito!
-¡Eh! ¡Chicas, terminen! No quiero que papi quede tan cansado que no pueda atender sus “obligaciones” nocturnas… – Clara recriminaba a las nenas, parada desnuda en el vano de la sala que daba al pasillo de los dormitorios. – Las dos están “servidas”… ¿verdad? Ahora déjenlo en paz.
Se dio vuelta y volvió al dormitorio.
-¿Te vas a bañar papito? ¿Lo hacemos juntos?
-No, mi amor, no. Ahora no me baño. Quiero tener el sabor de ustedes cuando vaya con Mami. – Me levanté y fui a mi dormitorio. Clarita me esperaba desnuda sobre la cama, con las piernas bien abiertas. ...