UNA NUEVA VECINA - Relatos Eróticos

UNA NUEVA VECINA

... - Clara colgó. – La mamá de la nena. No hay problema que la lleves, ¿no?
-Sin duda. Ya lo había pensado. 
	Llegamos y subimos. Las chicas habían puesto la mesa para los cinco.
-¡Gracias Clara! Mamá me dijo que luego de la cena me llevarían.
-¡Por supuesto! Ahora esperemos que traigan la comida.
	En la cena la distribución de las cosas que trajeron fue el tema, como para que Mami esté al tanto. Cuando terminamos, Clara llamó a la mamá de Efi para informarle que íbamos para allá. Efectivamente. Aldana fue la compañía, obviamente. Era cerquita, unas cuatro cuadras, pero a las once de la noche no era propio que estuviera sola. Una casa muy linda, de dos plantas. Efi llamó a la mamá para que la recibiera en la calle. Ella salió. Parecía una mujer joven y hermosa. Seguramente la hija saldría a ella. Aldi bajó a saludar a la mamá de su amiga. Yo saludé con un “buenas noches” desde el auto…, y regresamos. Era lo esperable.
-Pará un poquito papi, que en casa no podremos. – Aldi ya estaba abriendo el cierre de mi pantalón. – Quiero chupártela. 
-¿Querés hacerme acabar?
-Sí, claro. Es el postre. – Me detuve bajo unos árboles. Casi completa oscuridad. Yo también tenía ganas.
-Luego digo que me quedé a conversar con la mamá.
Se inclinó sobre  mi pija y comenzó a mamar. Yo también sabía que en la casa no íbamos a poder…, por lo menos esta noche. Yo tenía que dedicarme a Clara…, con todo placer…, pero una mamada de Aldi nunca está de más…
Como siempre, la mamada fue muy buena, ...

... y a los cinco minutos sentí que me venía.
-¡Tesoro, voy a acabar!
-¡Mmmmmm! ¡Ssiiii! ¡Mmmmm! ¡Aghh! ¡Aghh! - Y le llené la boca con varias sacudidas…
Tragó contenta. ¡Ni una gotita se le escapó! Me limpió prolijamente y me besó.
-¡Gracias papito! ¡Muy rica, como siempre!
-Parate en el asiento y ponete contra mí.
Aldi se paró con las piernas abiertas en mis lados, y su conchita quedo justo a la altura de mi boca. Por supuesto, no tenía tanga. ¡Vino preparada! 
Chupé el elixir de su conchita y también, ni dos minutos, largó un hermoso fluido. Claro, yo no podía tragar tanto. Algo se deslizó por mi cara. Bueno, quedaré con olor a sexo. ¡Nadie se va a quejar!
	Cuando entramos al piso, Clara y Clarisa ya estaban preparadas para acostarse. Ninguna se preocupó por nuestro atraso. Le dije a Aldi que se vaya a bañar y me quedé en el living viendo televisión. No por mucho tiempo.
-Mami me dejó que venga un ratito con vos… - Clarisa vino con su súper cortito camisolín, sin tanga ni corpiño, y se agachó frente a mí para sacarme los pantalones. Levanté mis caderas para hacerlo fácil, y cuando los tuve en los tobillos, tomó la pija y comenzó su sabrosa mamada. ¡Esta noche estaba de lujo! No hacía diez minutos que le había acabado en la boca a su hermanita. 
-Por favor, mi amor. Andá a la habitación y traeme la pastillitas y agua.
	Clarisa se levantó rápido y fue a hacer el “mandado”. En un minuto estaba de vuelta con las pastillitas y el agua.
-Mami dice que no tardemos mucho. ...