El Ladrón ll
Fecha: 26/09/2022,
Categorías:
Gays
Tus Relatos
Autor: lilcsiss, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... podía dejar de pensar en complacer vergas.
Finalmente en la noche del cuarto día, Alan me dijo que el tiempo se nos terminaba y que me pondría a prueba el siguiente día. Me emocioné bastante por demostrarle, y ese día en la mañana mientras escuchaba los videos que me había encargado, por primera vez busqué en el armario de mi madre algo que fuera muy femenino y atractivo.
Llegada la noche, me puse la ropa que había preparado y me miré en el espejo. Me quedé sorprendido de ver mi reflejo y darme cuenta de lo que me había convertido. Me había puesto un vestido rojo de mi mamá, con ropa interior negra de encaje por debajo, una diadema con brillos, y unos zapatos de piso. Me veía como una chica inocente y obediente, pero yo estaba listo para romper las reglas. Me reí un poco al imaginar cómo reaccionaría Alan al verme así. Finalmente, me puse un poco de perfume de mi mamá y bajé a esperar a Alan.
Escuché que abrían la puerta y finalmente lo vi entrar. Él se quedó parado al verme, se veía en su rostro una mirada de sorpresa al verme de esa manera. Quise aprovechar de su estado de shock y comencé a caminar hacia él. Él me siguió con la mirada, me miraba con ojos lascivos y sorpresivos. Cuando llegué a donde estaba, me agaché abrí su bragueta y saqué su verga que ya estaba un poco parada. Con mi boca cubrí su pija y el comenzó a orinar como de costumbre. Yo tragué todo como me había enseñado y cuando terminó, saqué su verga de mi boca y con mi lengua limpié las ...
... gotas sobrantes. En ese momento su verga ya estaba durísima, y aunque me moría de ganas por chuparla, opté por ser un poco más paciente.
Me alejé de él y dándole la espalda, caminé lo más sexy que pude y me dirigí hacia el cuarto de arriba. Escuché que me seguía y antes de que siquiera pudiera llegar al cuarto, sentí que me agarraba y me decía al odio.
“Eres una puta.”
Después de esas palabras sentí como mentía su mano debajo de mi vestido, luego dentro de mi bragas de encaje y con sus dedos jugaba con la entrada de mi ano.
“Podía jurar que estás húmeda de las ganas que tienes de que te coja”
“Cógeme por favor” le dije con la voz más sexy y de súplica que pude producir.
Él me tomó la mano y la puso sobre su verga, estaba durísima.
“Ve como me tienes zorra, claro que te voy a dar una buena cogida hoy.”
Seguido de esas palabras me jaló del brazo me tiró sobre la cama, me empezó a arrancar el vestido, hasta que quedé solamente en bragas. Me agarro los brazos sobre mi cabeza, se agachó y empezó a chupar y morderme los pezones. Desde la primera vez que me cogió, me había quedado una sensibilidad mayor en aquella zona y tan pronto comenzó a hacer modérelos, empecé a gemir como una perra en celo. Él aumentaba la fuerza con la que me mordía y besaba mi cuerpo al escuchar mis gemidos y retirando sus manos de las mías comenzó a quitarse por completo el pantalón.
Cuando terminó de desnudarse, lo empujé de manera que el quedara boca arriba y me agaché para ...