1. El hermano virgen hetero de mi novia


    Fecha: 07/09/2022, Categorías: Gays Tus Relatos Autor: Rodrigo, Fuente: drugsounds.ru

    ... mañana. Joel exhaló un gemido de excitación. Saqué mi lengua y procedí a lamer toda la zona, de abajo hasta arriba, hasta llegar a su espalda. El sabor era salado, tengo que admitir que me llegaba un olor poco agradable del fundillo de Joel. Eso era porque Joel era un macho, y como todo macho que se respeta, era muy raro que se limpiara la entrada trasera.
    —no te lavas el culo verdad? —le pregunté 
    —cállate pendejo— me respondió molesto. Luego abrió con ambas manos sus cachetotes traseros, dejándome más entrada a su tesoro intocable. 
    Proseguí a darle yo mismo la limpieza que su fundillo necesitaba. Recorrí cada milímetro del borde de su ano, con la punta de mi lengua dibujé cada una de sus arrugas, y me divertía chupando los escasos pelitos anales. Pronto su agujero estaba lleno de mi saliva, se lo dejé hasta con brillo de pura saliva. 
    Cuando me separé para ver mi trabajo orgulloso Joel se giró y su verga parada me dio una cachetada, llenándome parte de la cara con su pre-leche. 
    —mámame la verga joto.
    Dijo y con ambas manos apuntó su lanza a mi cara. Noté que jaló un poco para atrás su pellejito pero su verga no se desencapullaba del todo. Aún así podía ver su cabecita rosada de la que caía un hilo de baba transparente. 
    Abrí mi boca y Joel ensartó su cipote en mi garganta. Casi me ahoga porque lo hizo de un tirón y con violencia. Mi nariz llegó a tocar su pelambre púbica y sus peletes me hacían cosquillas en los labios y en la nariz, además de que me llegaba un ...
    ... intenso olor a sudor adolescente y a semen.
    Joel colocó sus manos tras la nuca, dejándome libre, o mas o menos, porque usaba su cadera para marcar el ritmo de la mamada. El morro ya tenía peletes en las axilas. No muchos, pero lo suficiente como para estar orgulloso de ellos y presumirlos entre sus amigos. 
    —Ahhhh!! Ahhh! —gemía el carajito y noté que estaba sacando una cantidad de pre exagerada. Yo me lo tragaba todo, con asco pero muy excitado.  
    Luego de un par de minutos noté que sus embestidas aumentaron de velocidad. Tomó mi cabeza con ambas manos y me clavó la verga lo más profundo que pudo en mi garganta. Luego sus bolas se contrajeron hacía arriba y sentí como depositaba ocho chorros de leche espesa en mi boca. Traté de tragarme todo lo que pude, pero era mucha y casi me hago con las últimas lefadas. Era un adolescente muy lechudo. 
    —Ahhh… te la tragaste toda… que rico wey…—decía jadeando y con las piernas temblando. 
    Saqué su verga de mi boca y le di unas cuantas lamidas, limpiándola de todo rastro de esperma. Eso causó que lanzara algunos gritos varoniles de placer. 
    Cuando terminé de limpiar su verga, el sonrió, tomó su verga con la mano y me palmeó el rostro un par de veces con ella. Luego se giró para marcharse de la cocina. Pero antes de que se escapara yo me levanté y lo coloqué contra la barra de la cocina. Le dejé caer todo mi peso encima. Sentí como mi verga endurecida quedaba perfectamente posicionada entre sus nalgas. Así que automáticamente empecé a ...
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