1. La masajista (Capítulo 3): Majo


    Fecha: 15/04/2024, Categorías: Grandes Relatos, Autor: Flyer, Fuente: CuentoRelatos

    ... hasta chupar sus dedos con ademán lujurioso, para luego abrir sus piernas hacia nosotros y metérselos en la concha. Terminó la música.
    
    - ¿Qué te parece Edu? – pregunta con mirada de devoradora de hombres.
    
    - ¡Muy Bien! – le responde Juli antes de que yo reaccionara.
    
    - Edu, no vos.
    
    - Estoy sentado sobre su respuesta y te digo que muy bien. – Cierto, a pesar de haber acabado hace unos 30 minutos el striptease me había puesto al palo. Con cierta malicia, Juli se levantó y me dejó expuesto.
    
    - Bueno, no soy de fierro chicas… -comienzo a justificarme.
    
    - ¿Y qué hacemos con eso? – pregunta Majo.
    
    - Vos no sé. Yo voy a buscar la cámara. ¡Tengo que practicar!
    
    Nunca entendí si era un plan, o simplemente un entendimiento tácito entre amigas. Pero sí entendí que no me disgustaba en lo absoluto. Juli volvió con la videocámara, colocó y encendió algunas luces disponiéndolas como le había enseñado, y se puso en el papel de directora.
    
    - Arrancamos con oral – instruyó.
    
    Me acerque a Majo, que estaba sentada en la banqueta, y me tomó en la boca sin más trámite. Su destreza era soberbia. Un pete jugoso, voluptuoso.
    
    - Mas de costado, se tapan entre ustedes. Edu, apoyá tu rodilla izquierda en la banqueta – dijo Juli – ¡Ahí!
    
    Majo prosiguió varios minutos, y yo le acariciaba por momentos una teta. En eso empujó hasta el fondo y comenzó a hacerme garganta profunda. No acabe ahí, solo por el polvo anterior.
    
    - Vamos con un poco de misionero.
    
    Se quitó los zapatos y ...
    ... se recostó con el culo hacia el centro de la banqueta, levantando sus piernas hasta el pecho. Me acomodé abriendo mis piernas flexionadas lo más que pude, y la penetré, a lo que respondió con un grito de placer. Estaba bastante mojada, y su concha no era estrecha, más bien amplia. Casi cómoda. Comencé a bombear en esa posición y ella a gritar. Era, en consonancia con su personalidad, muy verbal en el sexo. “¡Dale cogeme!” “¡Así, así!” “¡más, mas!” repetía incansablemente entre gritos y gemidos. Aunque un resultaba poco exagerado en esa pose. Esta, que es bien popular en las películas porno, probablemente por dejar bien expuesta la penetración – de hecho Juli se había arrodillado al lado mío en la banqueta para tomarnos mejor – era una cagada de incómoda, mis movimientos torpes no se correspondían con la verbosidad de Majo
    
    - Dale, fuerte – dice Juli.
    
    - Che, no tengo físico de pornostar. Ya me duele todo. – en parte, no era tan malo esto. Me ayudaba un poco a controlar mi excitación. No fuera a ser que esto se acabara demasiado pronto.
    
    Seguimos varios minutos, y Juli decidió que ya era tiempo de otra posición.
    
    - “Reverse Cowgirl” – apeló al anglicismo.
    
    Me senté en el borde y me recosté. Majo se colocó sobre mí y guió la penetración con una mano, asegurándose de mostrarla bien a la cámara. Se recostó hacia atrás sobre sus brazos y comenzó un bombeo pertinaz. Le acompañan las caderas con mis manos, sujetas a su carne tersa y consistente. Cuando se cansó se recostó ...