1. Lara y los viejos 1


    Fecha: 18/07/2018, Categorías: Grandes Series, Autor: relatob, Fuente: CuentoRelatos

    ... virgen, me repugnaban, pero a la vez estar allí de alguna manera me excitaba y tenía intriga de saber qué se siente al coger ese pollón con mis propias manos. Por un momento me levanté sabiendo que debía irme, pero involuntariamente me volví a sentar, alargué lentamente la mano hasta su enorme polla y la toqué. Estaba ardiendo, se sentía muy dura y rugosa, y sobraba bastante por encima y por debajo de mi mano. El más gordo se empezó a reír y dijo: “Has cogido esa porque es más grande y porque en el fondo eres una puta, así que me da igual cómo te llames, desde ahora, para nosotros serás Puta, esa es nuestra primera regla del juego”. La había liado y no sabía qué hacer, tampoco sabía cuánto tiempo había pasado y supuse que Eva estaría al bajar.
    
    El viejo gordo dijo: “Deja esa para más adelante y dale algún lametón a mi puntita”. Miré a su polla, estaba nerviosa y distraída con la otro que no me había dado cuenta de que tenía una gran erección. La polla se alzaba de entre el matojo de pelos, no era tan grande como la otra, pero no tenía nada que envidiarle. En la vida había tenido contacto con ninguna, y me negué en rotundo, me levanté para salir ...
    ... corriendo. “Recuerda, tú empezaste el juego Puta, así que si no quieres que tu familia y tu amiguita se enteren de que eres una pervertida ya puedes sentarte y obedecer”. Me senté, me acerqué lentamente, bajé la piel y contemplé su polla en todo su esplendor. Le di un tímido lametón, estaba algo mojada, pero me sabía bien. Mientras hacía eso el otro se las apañó para quitarme la parte de arriba del bikini. “Como imaginaba tienes unos pezones perfectos”. Mientras seguía poco a poco con la otra polla, lamiendo poco a poco su capullo, cada vez por un sitio diferente, con más saliva y más despacio que antes, el otro viejo empezó a agarrarme las tetas y a pellizcar mis pezones mientras decía: “mírate que Puta eres, seguro que vas a correrte pronto”. Me gustaba, y empecé a ponerme cachonda, justo cuando estaba empezando a sentir algo en mí que no había sentido antes me pararon. “Es la hora de que tu amiga baje Puta, así que vete, esta noche te quiero ver aquí a las once, la sauna estará abierta”. Y yo respondí al instante: “Pero si a esa hora estaré con mis padres en la habitación, ¡No puedo venir!”. “No te he preguntado si puedes o no, y ahora vete”. 
«1234»