1. Lara y los viejos 1


    Fecha: 18/07/2018, Categorías: Grandes Series, Autor: relatob, Fuente: CuentoRelatos

    ... dijeron que por qué no íbamos a las piscinas termales, que ya que podíamos entrar a cualquier lado que allí podríamos estar casi igual que fuera, que por cierto continuaba lloviendo. Nuestros padres dijeron que ellos iban a estar en la zona de masaje, cerca de las piscinas termales, y que si queríamos algo solo tendríamos que ir hacia allí.
    
    Nada más desayunar bajamos a la piscina y estuvimos hasta las doce o así de la mañana. "Tengo que ir arriba a la habitación, que es hora de llamar a mis abuelos" - me dijo Eva -. No lo he dicho, pero todos los días Eva subía a llamarlos ya que su abuelo estaba regular de salud y yo mientras esperaba en la piscina tomando el sol o sino me iba con mis padres al chiringuito. Ese día estaba en la piscina interior por lo que no había sol, y no veía a nadie de mi edad para intentar hablar con alguien. Cuando pasaron cinco minutos de estar allí sola vi al fondo una puerta que ponía "Sauna". La verdad es que no sabía muy bien lo que era, pero había escuchado a mis padres hablar alguna vez sobre que era algo bueno, así que me decidí a ir y ver mientras esperaba a Eva.
    
    Llegué a la puerta la abrí y entré. Había un gran vapor el en ambiente que prácticamente no te dejaba ver nada. Hacía bastante calor allí dentro, pero la verdad es que la sensación del vapor de agua en mi piel me gustaba. La habitación que se podría entrever entre el vapor no era demasiado grande y además daba aspecto de estar casi vacía, cosa que me resultó rara al ser un día ...
    ... de lluvia en donde la gente no podría estar en la piscina. Llegué a uno de los bancos más cercanos, subí y me senté. Cerré los ojos para sentir mejor el vapor y escuché a alguien cuchichear. Me di cuenta de que a mi izquierda había dos señores mayores, bastante más mayores que mi padre seguro, que estaban cuchicheando mientras me miraban. Yo intenté no hacerles mucho caso y seguir con lo mío, pero al rato me di cuenta de que esos señores se habían cambiado y sentado cerca mía, yo estaba en el banco más alto y ellos prácticamente a mi lado en uno más inferior, así que más o menos podía verles. Uno de ellos era bastante gordo y prácticamente no tenía pelo, tenía la piel bastante arrugada y sólo lo cubría una toalla blanca que tenía sobre las piernas. El otro era de las mismas características solo que éste tenía algo más de pelo de color gris plata y estaba más delgado.
    
    Ellos estaban hablando entre ellos y yo prácticamente no podía escuchar nada, así que decidí cerrar los ojos y concentrarme en la sensación que producía en mí el vapor de agua, la verdad era que, aunque sudaba un poco me gustaba. Calculé que ya había pasado una media hora desde que Eva se fue, y la verdad es que no me importaba esperar allí la otra media hora que quedaba, hasta que abrí los ojos. Me di cuenta de que los hombres se habían quitado las toallas y yo me quedé de piedra. Me estaban mirando los dos. Alcancé a ver que el hombre más delgado tenía una gran sombra entre las piernas lo que parecía que era ...