Lara y los viejos 1
Fecha: 18/07/2018,
Categorías:
Grandes Series,
Autor: relatob, Fuente: CuentoRelatos
... su polla, pero no podía ser, un hombre tan mayor no puede... además, era enorme. El otro hombre estaba también sin toalla, pero de él no pude ver nada ya que lo tapaba toda su barriga. Por fin reaccioné, pegué un salto y salí corriendo de la sauna, tenía en corazón acelerado, y se me hizo eterna la espera hasta que llegó Eva, aunque no sé si por miedo, pero no le conté nada.
Esa noche no pude dormir bien, no paraba de darle vueltas a la imagen que tenía en la cabeza, los dos hombres mirándome y esa grandísima sobra que yo pensé que era su polla, estaba nerviosa, pero pensé que al fin y al cabo no me habían hecho ni dicho nada. Al día siguiente seguía nublado, por lo que preferimos volver a ir a la piscina interior. Una vez estando allí me fijé de que los dos hombres estaban también el ella, pero parecían ignorarme completamente, por lo que me tranquilicé y pensé que con la niebla de la sauna no me reconocerían, y, además, ese mismo día me había cambiado el bikini. Cuando se acercaba la hora de que Eva subiera, vi a los dos viejos en la puerta de la sauna, me sonrieron y entraron al momento, Eva estaba conmigo, pero no se percató de nada, ya que estaba de espaldas a ellos. Cuando pasaron tres minutos subió como todos los días.
Yo me quedé sola y no sabía qué hacer, por un lado, la curiosidad hacía que quisiera volver a la sauna, pero por otro lado el miedo me decía que no lo hiciera. No sé qué motivo me llevó a hacerlo finalmente, pero me acerqué a la puerta y entré. ...
... Esta vez los dos viejos estaban en el mismo sitio que los dejé ayer, además estaban los dos si toalla directamente. Estaban sentados justo enfrente de mí y no había tanto vapor como ayer, por lo que comprobé que efectivamente la sobra que había visto era una polla enorme, que recolgaba hacia abajo en el asiento. El otro hombre que era el más gordo tenía una polla que yo hubiera considerado grande, si no fuera por la que estaba a su lado, que la hacía incluso pequeña.
Me senté en el banco de al lado de ellos y en un momento se levantaron y se sentó uno a cada lado mía. No podía dejar de mirar la polla del más delgado, que estaba a mi derecha, era increíble, estaba arrugada como todo su cuerpo, era un poco deforme, y su pelo púbico era blanco. El otro la tenía más pequeña, más arrugada y el pelo púbico abundaba, tanto que su polla parecía emerger de una marabunta de pelo blanco. Yo no sabía qué hacer, a medida que me miraban notaba como sus miembros iban creciendo, hasta estar completamente erectos. Yo quería irme, pero una parte de mi quería esperar, entonces el más delgado habló: “Sé que estás deseando de saber qué se siente al tocarla, seré viejo, pero mi polla está más dura que nunca” -el otro se empezó a reír y dijo: “Tocarlas tiene un precio, si lo haces entrarás en nuestro juego y tendrás que hacer lo que te digamos, por el contrario, puedes irte en cuanto quieras, tú eliges”.
No sabía dónde meterme, estaba confundida, eran dos viejos y yo una adolescente de 18 años ...