Mi hermano, su esposa y yo.
Fecha: 01/01/2022,
Categorías:
Incesto
Tus Relatos
Autor: Anonimo, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
Eran casi las 0:30’ cuando mis oídos reconocieron el sonido de un mensaje de texto. ..
Yo, sentado en el comedor de mi hermano M, absorto en la lectura de trabajos de mis estudiantes y sin la idea de que alguien pudiera escribirme por celular se oyó el timbre de mensaje de texto que a letra decia; quieres venir a la recámara con S, yo estoy en el baño. Mis ojos desorbitados tomaron rápidamente el celular y sin dudar un solo instante y casi en automático mis dedos escribieron un si. La respuesta de él fue de, entra con cuidado porque los chikos duermen en la cama de adjunto. De nuevo mis dedos esta vez escribieron así lo haré. Sin respuesta del otro auricular deje la lectura y me apresure a planear todo lo que haría en ese instante…sin zapatos ni pantalón, solo con camisa y bóxer me dirigí a la puerta de la recámara. Con sumo cuidado gire la perilla de la chapa y vi ceder la puerta al abrirse, ahí estaban dos camas la de la derecha donde tenían su descanso los chikos. La tenue luz que pasaba de la sala a la recámara iluminó la imagen de los niños, tendidos los dos su descanso era apacible, profundo… todo era tranquilidad. En la otra cama podía ver una silueta que aún con las sábanas que resguardaban su cuerpo pude deleitarme de sus contornos, la cadera y la de hombros…era mi cuñada S, que también dormía apasible, en profundo sueño. Con esa primera evaluación di algunos pasos hasta llegar a la orilla de la cama de S. Sin dudarlo me desabotone la camisa y con mucho cuidado ...
... levante las sábanas y me recosté al lado suyo. Sin decir nada me pegue a ella y pude sentir que me daba la espalda, sin pensarlo mucho, la tomé de la cintura y deslice mis manos en sus nalgas; su cuerpo cálido se sobresaltó con la baja temperatura que mis manos guardaban. Primero por el frío de la madrugada y segundo por exaltación del acto no consensado con mi cuñada. Mis caricias y el frío de mis manos hizo que S. Se despertará con sobresalto, ella tocó mis manos y dando cuenta que no era su esposo volteó a verme y dijo, ahhh eres tú. Pasada la sorpresa me acarició las manos y con tono bajo me dijo estás muy frío, para esto ella ya había dado vuelta y me acariciaba el pecho y falo. Dándonos un leve beso seguimos con las caricias; tome sus caderas y nalgas haciéndolas para mi. Tenía una diminuta ropa interior lo cual di cuenta porque mis manos se posaron entre su entrepierna, era un pequeño triángulo que resguardaba su feminidad; mis dedos acariciaron sus labios vaginales, estos me dieron la bienvenida cuando supe de su lubricación. La ropa interior estaba mojada, sabía también que a ella le excitaba la situación, saber de su esposo en el baño y tener a su cuñado en la cama, para los tres era fascinante, incestuoso pero agradable. Con esa sensación pose mi boca en sus chichis y las lamí con suavidad, ambos disfrutábamos de tan exquisito momento, mientras mi boca hacía su trabajo mis manos hicieron el suyo, deslice su ropa interior hasta sus pies y ella dandose vuelta me ...