Qué rica verga tienes, Papi
Fecha: 08/07/2018,
Categorías:
Lesbianas
Autor: Dulce Fuego, Fuente: CuentoRelatos
... cedería, el profesor tendría una esclava sexual los siguientes 7 fines de semana... O quién sabe, tal vez me apetecería prolongar mi placentero sufrimiento.
Cuando llegué a la casa de mis papás, mi vagina estaba en verdad hambrienta y pensé en correr a masturbarme en mi cuarto para saciarme rápidamente antes de salir con mi familia a la fiesta de cumpleaños de mi primo Víctor. Así que abrí la puerta de la casa sintiendo un imperioso deseo de sexo aunque fuera en solitario y subí las escaleras hasta mi cuarto a toda prisa. Ya en la planta alta, noté que mi madre estaba tomando un baño y antes de entrar a mi racámara, me encontré con mi hermano, que cerraba la puerta de su cuarto ya listo para salir a la fiesta y me dijo que tenía pensado pasar por su novia antes de ir a la fiesta. -Qué guapo estás hoy, cabrón- Le respondí y le dí un fugaz beso en la boca. Tú ya sabes, mi amor, que para esas fechas, mi hermano y mi papá habían terminado sucumbiendo a su deseo por mi; así que me las ingeniaba para proveerlos de incestuosos placeres en cada oportunidad que tenía con cada uno, después de todo, mi hermano Érick había sido el primer hombre en cogerme; y bueno, también te he platicado de algunas cositas ricas que he hecho con mi papá. Mi hermano terminó nuestro rápido beso diciéndome -Candy, ahorita no, el viejo está en su cuarto viendo la tele- mientras señalaba con la cabeza hacia la puerta abierta del cuarto de mis papás. -Bueno, otro besito y ya- Le propuse y abrí mi boca ...
... para que él metiera su lengua.
Mi coño estaba en llamas, me pedía que lo satisficiera a como diera lugar, así que puse mi mano sobre el paquete de mi hermano y le dije -Vamos abajo, quiero que me des, aunque sea rápido-. Pero él tenía prisa por ir a donde su novia y sumado a su preocupación por la presencia de mis papás en la casa, terminó por negarse. -Bueno, tú te lo pierdes, tonto- le dije, quitando mi mano de su entrepierna y dando media vuelta para entrar a mi cuarto y encerrarme, saludando a mi padre al pasar por la puerta de su habitación con un "hola, papá, ya llegué" y siguiendo mi camino. En cuanto aseguré la puerta, me tumbé boca arriba en la cama y subí la falda de mi vestido para bajarme las bragas. Cuando acomodé mi tanga con el elástico tenso en mis muslos, noté una mancha color rosa, fruto de mi sangre y el semen de mi profesor, ensuciando la tela blanca de mi prenda en la parte donde va el culo. Al principio me asusté, por que pensé que me había lastimado en serio y como todavía sentía dolor, corrí al espejo para inspeccionarme esperando ver una profunda herida, pero cuando abrí mis nalgas con ambas manos de espaldas al espejo, no vi nada que acusara ser una herida seria. Entonces, puse un poco de crema para las manos en mi dedo medio y lo introduje en mi orificio, bien al fondo y cuando lo saqué no había ningún rastro de sangre pero me había dejado con ganas de meterlo otra vez; así que puse más crema y comencé a meterlo y sacarlo parada frente al espejo. Me ...