1. Cómo me casé con uno de mis profesores (Parte 1)


    Fecha: 07/07/2023, Categorías: Sexo con Maduras Autor: AranzaS28, Fuente: CuentoRelatos

    ... debajo de la axila y me tomó de la espalda, su mentón en mi hombro. Lo escuché sollozar un poco y entonces acaricié su cabeza con una de mis manos, momentos antes de alejarme un poco, agacharme más y robarle un beso. Fue uno corto, pero lo disfruté bastante, sus labios carnosos, su barba mañanera rasposa... Me miró confundido, sus ojos bien abiertos y casi asustado, diría yo.
    
    - Déjeme ayudarlo - Le dije y me arrodillé frente a él y puse mis manos en su entrepierna.
    
    No me dijo nada, me tomó del brazo y me obligó a levantarme.
    
    - Ponle seguro - Me dijo.
    
    Rápidamente, me acerqué a la puerta y puse llave.
    
    Al voltearme, pude ver como Caleb se desabrochaba el cinturón y bajaba los pantalones, dejando ver un gran bulto debajo de boxers negros.
    
    Se sentó de vuelta en su silla y supe lo que se venía, sentado, comenzó a bajar sus boxers, revelando un pene que me dejó sin habla. Bien rasurado del pubis, un poco de vello púbico en los testículos tan grandes que parecían cerezas de las moradas y un miembro casi negro con una marca de nacimiento del lado derecho. Era grande, muy grande. Estaba semierecto y parecían ...
    ... ser unos diecisiete centímetros de verga. Lo que más me preocupo fue lo ancho, era monstruoso en ese aspecto. Su glande y su tronco eran, con diferencia, los más anchos que hubiese visto en mi vida en cuanto a grosor hablamos. Ni siquiera en las porno salían penes así.
    
    - Solo mámalo.
    
    Me acerqué, lo tomé con mi mano izquierda y me quedé impresionada con el peso de su verga. Palpitante y cada vez más duro, lo metí a mi boca. Me costó, sentí la piel de mis labios estirándose mucho y me dolió un poco, pero conseguí meterlo y mi lengua comenzó a trabajar ese glande mientras mi mano jugaba con sus peludos testículos. Cuanto más duro se ponía, más me costaba moverme, hasta el punto en que mover la cabeza de atrás a adelante era difícil, pero me estaba luciendo. Succionaba y lamía a partes iguales. A pesar del tamaño tan exagerado, su resistencia no era la que pensaba. Apenas había mamado durante unos cinco minutos cuando pude sentir una eyaculación demasiado grande siendo bombeaba a mi boca. Su esperma era fuerte, me raspó la garganta y dejó un fuerte olor en mi boca.
    
    Poco sabía yo el tipo de cogida que me esperaba. 
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