Fecha: 24/06/2018,
Categorías:
Sexo oral
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... escuché tan feo? Ya se, tenía cara de artesanía mal hecha. Me entretuve con él más tiempo del que esperaba. Por más que intentaba zafarme, él seguía con la conversación. De su boca salían palabras, una tras otra, pero yo no escuchaba. Algo me vino a la mente. Para quitármelo de encima, le hice una propuesta. Le pedí un favor a cambio de salir con él un fin de semana. La idea era un poco loca, pero él aceptó con gusto. Salió corriendo rumbo al salón de artes. Yo continué con mi camino.
Toqué la puerta de la oficina y mi profesor me abrió. Me invitó a pasar y tomar asiento. El se sentó en la silla detrás del escritorio, yo en el pequeño sillón frente a éste. Aunque trataba de disimularlo, le gustaba la forma en que estaba vestida. Empezó a charlar sobre la escuela y la vida en general, como para no tener remordimientos de haber sido directo. Luego de conocer sus gustos y aficiones, pasó, por fin, al asunto del reporte de lectura. Ahí fue cuando intervine en la plática. Él me preguntaba, yo le respondía, o viceversa. Después de diez minutos de darle vueltas a las cosas, fui al grano. Ya no podía esperar más. Si quería sexo oral a cambio de darme una buena nota, era mejor que lo dijera de una buena vez. Ya estaba harta de esperar, y mi amiga también. No fuera a ser que dejara de escucharlo junto conmigo.
-Bueno profesor, ya fue mucho perder el tiempo. ¿Qué es lo que quiere que haga? ¿Qué me va a pedir para aprobarme en su clase? ¿Son ciertos los rumores acerca de ...
... usted?
-Eso depende de qué dicen esos rumores. No puede usted creer todo lo que los alumnos dicen de los maestros. Algunas cosas las inventan, nada más con el fin de molestar. Mire, lo que yo quiero a cambio de darle una buena nota, es hacerle un examen oral, para comprobar sus conocimientos y habilidades.
-Entonces, ¿me va a preguntar acerca de los temas vistos en clase? ¿Quiere saber si en verdad he aprendido? ¿No es así?
-Bueno, no exactamente. Éste examen oral del que le estoy hablando, es un poco distinto.
-No entiendo. Sea claro, por favor.
-Está bien, dejémonos de tonterías. Voy a ser claro con usted. Esos rumores que escuchó son ciertos. Si quiere aprobar mi clase, va a tener que usar sus habilidades bucales.
-¿Mis habilidades bucales? Creí que sería claro. ¿Qué quiere decir con eso?
-Habilidades bucales, ¿cómo que no entiende?
-No, no entiendo. Sea específico, por favor.
-Está bien niñita. Si quiere pasar mi materia, va a tener que mamármela. Si quiere salir de la preparatoria éste semestre, va a tener que chuparme la verga hasta que me canse de que lo haga. Si quiere entrar a la universidad de medicina, se va a tener que tragar mi leche. ¿Ahora si entendió, señorita?
-Claro que entendí.
El profesor se levantó de su asiento. Al mismo tiempo que se acercaba a mí, se fue abriendo el cierre de los pantalones. Sacó su polla, mucho más apetitosa de lo que imaginaba para su edad. No era muy grande, pero si gruesa. Tenía una cabeza gorda, casi ...