A la próxima ¡me la metes! (3)
Fecha: 11/03/2023,
Categorías:
Gays
Autor: janpaul, Fuente: CuentoRelatos
... ansiosa.
Lo intenté, y aún otro mojón se me escurrió del cuerpo mientras Diego me abría cada vez más hasta casi hacerme doler el hoyo del culo por el estiramiento a que me estaba sometiendo. Lo sentí gemir. Rarísimo, muy raro, supuse que Diego estaba gozando el verme cagar. Hay personas así.
— Ya no tengo más, —dije, aliviado cuando soltó un poco la presión.
— ¡Espectacular!, —dijo entusiasmado.
— Si tú lo crees así…, —fue mi lacónica respuesta.
Supuse que ya habría tiempo de pedir explicaciones. Mi polla se me puso lacia por el acto de cagar. Pero al tomar el papel higiénico para limpiarme, Diego me miraba con la cara ansiosa, y una erección pasmosa. Dejé el papel sin usar.
— Oye, —le dije— ¿te parece que nos duchemos?, así quedamos limpios de todo, ¿te apetece?
— Ya, pues, —fue su vehemente respuesta.
Abrí la ducha, calibré el agua caliente y saltamos a la plataforma. Era curioso y excitante verlo adentrarse en el espacio del plato de la ducha con su pene erecto que lo precedía. Nuestros cuerpos quedaron mojados rápidamente, sus trencitas (catorce para ser exactos), se anduvieron desarmando un poco, pero resistieron y dijo que no se lavaría el pelo. Yo ya lo tenía mojado y me eché champú, en verdad yo no necesitaba ducharme, ya lo había hecho unas pocas horas antes, pero era también la oportunidad para que nos empelotáramos como más apretujados y con peor intención. Metí la cabeza bajo el chorro de agua y empecé a lavarme de nuevo, sentí que sus ...
... manos me ayudaban, lo dejé hacer, la sensación en la piel que me tocaba era opresora. Una vez hecho mi pelo, lo vi tomar el gel, hacer abundante espuma y empezó a ponérmelo en la cara evitando cuidadosamente de no entrara en los ojos, la nariz o la boca y siguió por mi pecho,
— ¡Ja, ja, ja, pareces un viejo pascuero con barba, ja, ja!!
— ¡Maricón!, —fue mi respuesta.
Se empeñó especialmente en mi pecho y aún en particular en mis tetillas, las que dejó erectas como dos maderitos. Siguió su camino por mis costillas, mi vientre, al llegar a mis pelos recortados se puso más gel e hizo una muy abundante espuma, mi pene hacía rato que estaba duro, y era divertido, obsceno y excitante ver mi pene parado en medio de un montón de espuma. En ningún momento Diego tuvo reparos de acariciarme directamente mi polla, lo que me estaba poniendo a mil.
Me di la vuelta, quería que me enjabonara la espalda, el ¡muuuy maldito! no abandonó mi pene, detrás de mí, se aferraba de mi pene con una mano y con la otra me empezó a enjabonar no solo toda mi espalda de arriba hacia abajo sin poner mucha atención a mi espalda, sino que se fue directamente a mi culo.
— Ooohh, fffss! —Se me escapó de la garganta.
Que me empezara a agarrar el culo fue de un placer casi lacerante, que me siguiera sobando mi polla haciéndome una paja a cámara lenta y metiendo sus dedos de la otra mano por el agujero haciendo la limpieza de la mierda del culo era algo que estaba más allá de cualquier adjetivo de ...