La vez que Carlos me destruyó el ano
Fecha: 10/03/2023,
Categorías:
Gays
Autor: Oldman, Fuente: CuentoRelatos
... me maraville de ese delicioso garrote. Amablemente me preguntó que quería ser en esos momentos: activo o pasivo. Pasivo le dije, no perdería la ocasión de tener ese hermoso falo en mi boca y en mi ano.
Así como estaba parado, se aproximó a mí y me ofreció su miembro que golosamente besé, ensalive y trague hasta donde pude y darle una rica mamada. Así estuvimos un buen rato.
Después de eso, me pidió que me hincara en el sillón, dándole la espalda y ofreciéndole mi culo hambriento de verga. El me acarició mi apretado agujero y no sé de dónde sacó un lubricante que me puso en el orificio para posteriormente meterme un dedo y luego dos que poco faltó para que me viniera ahí mismo.
Cuando consideró que mi culito ya estaba relajado, me arrimó su falo y lo puso en la entrada de mi ansioso culo ¡¡no tenía idea de lo iba a sufrir!! Sentía los piquetes atrás tratando de invadir mi ajustado ano, que sentir el intruso, se cerraba instintivamente. Tuvo mucha paciencia y por ningún motivo bajó su enorme erección, me pidió que me relajara y que aflojara el cuerpo para así cooperar. Me relajé un poco, e inclusive guíe su verga a la entrada de mi culo. Poco a poco, con la ayuda del lubricante y las embestidas de Carlos, fue abriéndose mi cola para darle paso al intruso. Cuando por fin su enorme palo traspasó mi esfínter, tuve un dolor espantoso y grité muy fuerte al sentir desgarrado mi culo. No había vuelta atrás, ya estaba empalado, porque además, me tenía bien sujeto que no ...
... podía moverme para ningún lado.
Gentilmente espero un tiempo considerable mientras se me pasaba el dolor, cuando me fui acostumbrando a estar ensartado, él poco a poco fue empujando más y más, suavemente hasta llegar al fondo. Me dijo, ya la tienes hasta el tronco, me voy a mover lentamente. Si te duele mucho me dices para parar. Yo no podía hablar así que le contesté con un movimiento de cabeza. Carlos empezó a sacar y meter lentamente su enorme trozo, me seguí doliendo pero ya lo soportaba más, así que no dije nada cuando arreció sus movimientos. Perdí el sentido del tiempo, lo que si es que el dolor dio paso al gusto que sentía por la tremenda cogida que me estaban dando. Él arreció más sus embestidas y de repente con un arrimón bastante profundo y fuerte Carlos me inundó el culo con su ardiente leche. Permaneció un rato más hundido en mis entrañas. Me ofreció otro trago, pero yo estaba desmadejado y con el culo adolorido que no se me antojaba nada. Se acercó a mí y me dio un beso dulce en la boca y me agradeció por haberle proporcionado, según él, la mejor cogida de su vida.
Como pude me levanté y me fui al baño para asearme y ahí me di cuenta que tenía el culo sangrando y que me corría por las piernas parte de su semen. Me limpié lo mejor que pude y regrese al recibidor para vestirme.
Platicamos un rato más y salimos de la oficina. Me di cuenta de la hora y me fijé que habíamos estado cogiendo más o menos dos horas.
Cada quien se fue a su respectiva casa. Yo ...