1. La vez que Carlos me destruyó el ano


    Fecha: 10/03/2023, Categorías: Gays Autor: Oldman, Fuente: CuentoRelatos

    Amigos aquí les dejo mi segundo relato gay.
    
    Hace algunos años, por motivos del trabajo, me fui a vivir a otra ciudad, a la cual mi esposa no quiso acompañarme, así que tuve que vivir sólo en un departamento de la empresa que me contrató.
    
    Cada quince días regresaba a ver a mi esposa y mis hijos y de esa manera me la pasé varios años sin pensar en otra cosa que en el trabajo. Una de mis responsabilidades era atender a los clientes y más aún a los prospectos de clientes, este detalle es muy importante porque en mis próximos relatos tiene mucha relevancia.
    
    Como dije anteriormente me dedicaba a trabajar y trabajar y esas salidas me hacían más llevadero el tiempo solo en esa ciudad.
    
    Llegó un momento que la rutina me empezó a afectar.
    
    Mi oficina estaba en la casa y había ocasiones que en la noche me pasaba horas y horas navegando por internet.
    
    En una de esas ocasiones me topé con una página de anuncios de todo tipo y que incluía encuentros sexuales.
    
    Me llamó mucho la atención la manera en que ahora se podía uno relacionar, sin temor al rechazo y consecuente vergüenza.
    
    Vi mucho anuncios: heteros, tríos, lesbi, pero el que me llamó más la atención fueron los anuncios gay, unos activos otros pasivos y otros inter. Vi muchos y me excitaba leer la manera en que se describían las personas para lograr algún contacto.
    
    Me gustó mucho uno que decía más o menos. "Hombre de 40 años, profesionista, bien parecido, alto, delgado y con un pene circuncidado de 18 ...
    ... centímetros más o menos. Soy Inter, me gusta dar y recibir. Busco caballero agradable, más o menos de mi misma edad, no importa el físico, únicamente que le guste el sexo entre hombres, casados, solteros, viudos son bienvenidos" y dejaba su correo electrónico para contactar con él.
    
    Honestamente, lo pensé varios días, hasta que una noche decidí enviarle un correo electrónico para decirle que estaba interesado en su anuncio.
    
    La noche siguiente (solamente en las noches visitaba estas páginas), abrí mi correo para saber si me habían contestado. Carlos, así se llama, me preguntó qué edad tenía, como era físicamente, etc. Le envié mi descripción, edad y en fin lo que él quería saber.
    
    Así estuvimos en contacto por varias semanas y no se concretaba nada y hasta llegué a pensar que era solamente sexo cibernético, porque en esas semanas nos contábamos nuestros deseos sexuales.
    
    Ya había perdido la esperanza de algo con Carlos que, inclusive, busqué otras opciones que pudieran darse entre los demás anunciantes.
    
    Recuerdo muy bien fue un viernes, abrí mi correo y ahí estaba un mensaje de Carlos en dónde me invitaba a tomarnos unos tragos en un bar pequeño y discreto. La cita era para el día siguiente, sábado a las nueve de la noche. Se me hizo hacia que el tiempo pasaba muy lentamente por la ansiedad que tenía al querer conocer a Carlos. Y también bastante nervioso porque no sabía con exactitud que iba a suceder en ese encuentro.
    
    Por fin llegó la hora de la verdad, entré al bar ...
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