1. La vez que Carlos me destruyó el ano


    Fecha: 10/03/2023, Categorías: Gays Autor: Oldman, Fuente: CuentoRelatos

    ... buscando con la mirada a Carlos (ya tenía idea de cómo era). Al principio no lo vi porque el local estaba bastante concurrido, afortunadamente no vi ningún conocido. Me fui directamente a la barra y pedí una bebida. Pasaron varios minutos y empecé a decepcionarme porque creí que no iba a llegar.
    
    Eso estaba pensando cuando una persona se sienta al lado mío y me pregunta mi nombre, a propósito me llamo Arturo, le digo mi nombre y él se presenta, era Carlos. Las expectativas que tenía con él, fueron superadas, ya que el caballero que tenía enfrente, era una persona educada, amable, gentil y de muy buena conversación. Platicamos de varias cosas mientras disfrutábamos de nuestras bebidas, hasta que llegó el momento de que me preguntó que si deseaba seguir la plática en otro lugar, en un lugar más tranquilo y privado. Le pregunté que dónde le parecía bien seguir la charla y me propuso ir a su oficina que no estaba muy lejos de donde estábamos y que incluso podríamos irnos caminando. Le propuse comprar algunas cervezas y tomarlas mientras platicábamos; pero me dijo que no me preocupara porque en su oficina había alcohol suficiente para continuar. Ciertamente su oficina estaba en un edificio de varios pisos y bastante cerca.
    
    Él es arquitecto, divorciado y soltero. Cuando descubrió sus inclinaciones sexuales, no se volvió a casar. Llegamos por fin, para esos momentos ya no estaba nervioso, sería por los tragos o quizás por lo agradable y tranquilo que resultaba ...
    ... Carlos.
    
    Inmediatamente me ofreció un trago que desde luego acepté. Nos sentamos en un sofá de su recibidor y entonces si empezamos a hablar sobre lo que nos interesaba: sexo. Me preguntó sobre mis experiencias gay y le platiqué que ya había tenido varias, pero que ya hacía tiempo de eso y que me excitaba mucho volver a hacerlo.
    
    Él por su parte, me dijo que ya hacía años era gay, pero que lo disimulaba bastante debido a su trabajo y el que dirán de la gente.
    
    Mientras platicábamos, él me comenzó a acariciar una pierna, para luego subir lentamente hacia mi entrepierna. Yo ya estaba sumamente excitado y con la verga bien parada. Comenzó a frotarme por arriba del pantalón, yo no hacía nada más que gemir de placer por la sobada de verga que me estaba haciendo. Vio mi excitación y me bajó el ziper, me arremango el pantalón y me bajo el bóxer. Ahí estaba mi erección en todo su esplendor. La tomó en sus manos, la acarició y comenzó a masturbarme para después arrodillarse ante mí y darme una deliciosa mamada. Sentía que iba a llegar al orgasmo y él inmediatamente me apretaba el tronco de mi verga para inhibir la eyaculación, era un experto. Se puso de pie y lentamente comenzó a quitarse la ropa, primero la camisa, luego los zapatos, el pantalón y por último el bóxer. Abajo del bóxer traía un suspensorio que dejaba al descubierto sus nalgas y en su tremenda verga totalmente erecta, circuncidada, cabezona y gruesa, una liga que le apretaba el tronco y los testículos. Todo eso lo vi en segundos y ...