1. Memorias inolvidables (Cap. 23): ¡Mamá, estás loca!


    Fecha: 08/02/2023, Categorías: Gays Autor: janpaul, Fuente: CuentoRelatos

    ... Ah, ya, entonces puedo divertirme con ella. Esta tarde quiero llevármela a tomar algo a una cafetería y presumir de chica, porque, abuela, Lausanne es muy guapa…
    
    — Como su madre y más aún como su padre.
    
    — Nunca me había hablado mi padre de esto…
    
    — No lo sabe, es un secreto del abuelo y mío, en ese tiempo vivíamos en el campo, en aquella casucha que tú viste, todavía no estaba la granja de mi cuñado, la de tu tío Marcelino, nadie supo nada. Les amamanté durante 20 meses y de mis manos comían los dos la papilla. Pero antes de los dos años, los padres de Pablo, el hermano de leche de tu padre, se la llevaron a Francia para que aprendiera en familia a hablar francés y no encontrar dificultades en el Colegio a causa de la lengua. Los padres de Pablo han venido varias veces de visita, han estado aquí en casa un día y se han ido. Ellos veraneaban todos los años en Málaga hasta la muerte. Pablo vino a vender la casa de Marbella, porque a su mujer no le gustaba venir a España. Lausanne ha venido a conocer a sus abuelos de España, porque es la primera vez que viene, no la conocíamos. De todas formas su padre me ha dicho por teléfono que tenga paciencia con ella, que es un poco…, no sé cómo me ha dicho, pero entendí como rara. Ya estás enterado de todo, a partir de ahora lo guardas en ti y a nadie dices nada. Pero yo la veo muy simpática.
    
    — Gracias, abuela.
    
    Cuando llegamos a casa, todavía Lausanne estaba en su habitación. Entré sin llamar para ver qué pasaba, no le ...
    ... preocupó nada, me sonrió, se levantó de la cama y me besó, tapándose los genitales y pechos con la sábana. Entonces supe que dormía como yo, desnuda, porque pude verle medio culo y muy bonito, por cierto. Empecé a interrogarme lo del hotel, pero ya estaba hecho. Se puso una camisa o blusa, sin sujetador y unos pantalones muy estrechos y ajustadísimos sin bragas. Pensé que ella era yo, hacíamos lo mismo, no me pongo ropa interior si no es estrictamente necesario, según las circunstancias, pero quise ser modesto con ella y no la miraba mientras se vestía.
    
    Las sandalias de tacón alto y grueso que se puso tenían correa y me puse de rodillas a sus pies para abrocharle las correas con su hebilla. Se lavó la cara y los dientes y se peinó, me miró y me preguntó:
    
    — Comment ça va, comment tu me vois?
    
    — Je te vois très jolie, parce que tu es superbe, tu es belle comme un gâteau avant de le manger, —dije yo.
    
    — Oh, tu es brave, Miguel, sais-tu que je tombe amoureux de te voir si beau et serviable? Tu es vraiment un paradis, —dijo Lausanne muy cariñosa.
    
    — Le ciel c'est toi, mais à partir de maintenant nous parlerons en espagnol pour que tu l'apprennes avant de partir, tu comprends, Lausanne? —Esto le hice entender.
    
    Me besó en los labios y correspondí. Abrió los labios y pasé mi lengua y seguimos besándonos. No pensaba que tenía una mujer delante, sino que habíamos entrado en otra esfera de nuestra común curiosidad. Nos mantuvimos a raya, yo solo le acaricié los glúteos por ...
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