1. Sometida por el bully de mi hijo (3)


    Fecha: 25/12/2022, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Gabriel B, Fuente: CuentoRelatos

    ... sin importarme nada. Lo agarré de los pelos, con violencia, mientras frotaba frenéticamente mi sexo en su cara, ahogándolo con mis fluidos.
    
    -Sos un avión. - dijo- Ninguna pendeja coge como vos.
    
    Estábamos todavía agitados, abrazados. Mi rostro descansaba en su pecho, que se inflaba y desinflaba por su respiración.
    
    -Vas a poder cogerme mientras sepas estar callado.
    
    En el techo, un enorme espejo nos devolvía nuestra imagen. No nos veíamos nada mal. Ambos bellos, ambos con cuerpos esculturales, y a pesar de la diferencia de edad, ambos éramos muy jóvenes. Pasaron unos minutos hasta que ambos quisimos guerra otra vez.
    
    La Verga fláccida de Robi parecía dormida. Una bestia que en cualquier momento se despertaría para devorar a su presa. La agarré, envolviéndola con mis dedos. A pesar de ser blanda, se sentía muy carnosa. Lo masajeé. Besé su pecho. Empecé a sentir cómo, lentamente, se endurecía y se agrandaba ante mis estímulos. La juventud es increíble, en cuestión de segundos, la víbora que tenía en mis manos se convirtió en un mástil de hierro.
    
    -¿Tu tío no te pregunta por mí? - dije, sin dejar de masajearlo.
    
    -¿Te gustó que te coja? - Me preguntó él.
    
    -No, pero vos me gustas - le mentí, intentando que se ponga en contra de su tío en caso de que el viejo pretendiera aprovecharse nuevamente de mí. Él no me gustaba, de hecho, lo detestaba. Lo que me gustaba era su verga, y quizás sus ojos, y tal vez su cuerpo trabado, y su manera de usar la lengua. Pero lo ...
    ... detestaba.
    
    -El tío Raúl se coge a una escort diferente todas las semanas. Va a quebrar de tan putañero que es el boludo. Así que no te preocupes, no es de encapricharse con una sola mujer.
    
    -Pero vos sí. - dije. Me incliné y lamí la cabeza de su pene. Él me acarició la cabeza.
    
    - No conozco a nadie como vos, así que no te voy a dejar hasta dentro de mucho tiempo.
    
    Dejé de acariciarlo y lo miré a los ojos.
    
    -¿Nunca te sentís mal por lo que haces? Andás por la vida lastimando a los demás, y pensás que no vas a recibir nada a cambio, pero no es así. Además, nunca vas a ser feliz con una mujer si las tratás como a un objeto.
    
    Me agarró del mentón. Me apretó con fuerza. Acercó sus labios y me besó.
    
    -No me vengas con clases de ética. Vos sos una puta. decilo. ¡Decilo!
    
    -Soy tu puta, tu juguete, tu muñeca. ¿Eso querías escuchar?
    
    -Así me gusta - dijo, visiblemente orgulloso por las palabras que me hizo decir.
    
    -Si me jurás que esto es sólo entre nosotros, podés hacerme lo que quieras, cada vez que quieras. ¿Qué querés ahora?
    
    Acerqué mi rostro a su sexo. Largaba un fuerte olor que me atraía a él. Lamí el prepucio y me deleité viendo la expresión enloquecida de su rostro, al recibir el estímulo.
    
    Pero él me interrumpió
    
    -Quiero tu culo - me dijo.
    
    Faltaba poco para que nuestro turno termine, así que era entendible que quisiera aprovechar el tiempo para hacer algo diferente.
    
    Me puse en cuatro. Robi se arrodilló y enterró, de a poco, su largo instrumento. Al ...