Autobiografía sexual (Parte 13): Trío con vergas chapinas
Fecha: 15/12/2022,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: LorePadilla, Fuente: CuentoRelatos
... cena.
A la salida, Misael me alcanzó, se plantó frente a mí y se disculpó por su amigo, excusándose con cierta pena por tener que hacerme gastar en una habitación de hotel, siendo ellos los que deberían hacerlo por ser hombres, según él.
—Es una pena que piensen que una mujer no puede invitarlos a divertirse.
Seguí caminando unas cuantas calles hasta que se frenaron junto a mí mis amigos. Ian bajó del auto, se disculpó conmigo, se dijo muy interesado en mi propuesta y aceptaron que yo pagara la habitación. No quise repetirles la lección, pues en verdad tenía ganas de coger, así que me subí al auto y les indiqué el camino hacia un hotel al que siempre había querido ir.
En el trayecto del coche a la recámara, Misael me estuvo manoseando el trasero y yo lo disfrutaba. Al entrar al cuarto, me tomó de las caderas y pegó mi culo a su entrepierna mientras caminábamos hacia la cama, yo recargué mis brazos en la cama, me agaché y comencé a azotarme contra él de lo deseosa que estaba.
Ian se subió a la cama, se hincó y me restregó su entrepierna en la cara, pero en menos de diez segundos descubrí su verga y la empecé a masturbar para ponerla firme.
A su vez, Misael me bajó la minifalda y sentí su verga golpeando mis nalgas, al mismo tiempo que jalaba mi tanga y la devolvía en su lugar.
Estaba a completa disposición de dos gorditos y ricos chapines. En el momento en que me metí por primera vez la verga de Ian a la boca, le pedí a Misael que me metiera su verga en la ...
... panocha y así lo hizo, comenzando a —embestirme duro pero lento.
—Mmmm. Las tienen bien ricas, así gruesitas.
Ian me hizo una colita de caballo y la sujetó para mover mi cabeza a placer suyo mientras le chupaba su chilote. De pronto, me tomó de la barbilla para mirarlo a la cara mientras se la mamaba y gemía, para expresarme sus deseos.
—Quiero golpearte la cara.
—No seas idiota —le respondió Misael mientras aceleraba el ritmo en que me penetraba—. Ves que ya tiene la cara rota.
—¡Ah, ah! Háganme lo que gusten, queridos —consentí y después dirigí mis palabras a Ian—. Pégame, papi.
No se contuvo el sabroso de Ian y me soltó bofetadas a la vez que le mamaba la pija y me la introducía completita en la boca, aunque tuviera que expandir mis cachetes de lo gruesota que la tenía.
Como en las veces anteriores, apareció un orgasmo muy temprano. Tuve que sacarme el pene de Ian de la boca para gritar.
—¡Ah, papi! ¡No la saques, que me vengo! ¡Ahhhh! ¡Mmmm!
Después de correrme delicioso, volví a mamar intensamente el pito de Ian, como toda una perra, demasiado excitada.
—¡Ay, ya la quiero tener dentro! Me encanta tu verga, Ian.
—Voltéate —dijo Misael en el fondo y obedecí para ahora darle la cola a Ian sobre la cama y comerme la herramientota de Misael.
En ese sentido todo fue diferente. Misael me tomaba de la cabeza para mamarle la verga, pero lo hacía con suavidad, incluyendo algunas caricias en mis mejillas, mientras que Ian comenzó a cogerme duro, ...